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¡I() \z%/nn, dil pk-n.i teisa titeen. alluente del ri ( tiraras ha cambiado otra red ha sureido. la de las carreteras Iiirestjles parcelas de la selva han sido coitadas para instalar en ellas las torres de pe rtorac ion en un primer momento y de spui s el sistema tubular de salida del petroleo. Si— multaneamente desde los mas diversos rinco nes de nuestra Republica. grupos humanos hin nt tdido este territorio, primero a las marge nes de las carreteras petroleras. posteriormente en sucesivos respaldos. de torma que en el momento actual una tiran parte del cantón Orellana se encuentra parcelado la selva parece picoteada en todas sus arcas por rusti cas vivttndas cubiertas de zinc. liuportatites sociedades ntultinaeionales han cntr,iths en el paisaje arnazonicu: han obtenido erandes concesiones, han talado Irrespunsa— blemente amplios espacto.s de seIs a original t han se tu bradi pal mu a a Ir te att a 1 ai ccc ser II 1w en un a pri mmmc ni el apa la tierra anta/mm ica d ata su 1 ruto posteriori11eite. pobre como e ierta— mente es. se hahra aof ado de tal tirma que diticilnmente podra revis ir. Este cuadro se asrava mas si ohscrs amos otra act it dad que ha tomadi cuerpo en los tiltimos anos que ha sido tamhmen ci ricida por compan mas transnac ionales: la e phmtacion maderera. Se piensa con ra/un que el ritnro de esta actividad va a dejar a la zona del noro— riente ecuatoriano terriblentente pobre de una de sus grandes riquezas: las preciosas mmmaderas nobles de la amazonia (‘orno consecuencia de esta invastun des c itt t ri dada e i rre spet ul isa parte de la t aun a hu e hacia el este: la ca/a se hace olas maLee tibIe ‘ las especies reinas: tigre, jaguar. tigri lb. venado, tapir. pecan etc. estaD dando señales de una u luma etapa de presencia cnt re nosotros l .3