BCCAP000000000000026ELEC

Cuando examiné a la paciente cotnpmhé que su embarazo eta de aproximadamente cinco meses, que el cordón estaba fuera, sin vida, que el abdomen estaha tranquilo. La llevamos directamente a la mesa de exploración para realizar una ecografía abdominal. La cabeza de niño mostraba acabalgarniento intenso de huesos del crúneo y no se percibía latido fetal: estaba muerto. La placenta estaba situada en el fundus del útero y la línea longitudinal del niño alcanzaba en su cabe za el cuello uterino. No había, por tanto, ninguna señal (le placenta previa. Decid irnos inducir un parto ínrnediato bajo vigilancia, con san gre compatible disponible para cualquier emergencia quirúrgica. Para mayor seguridad y prontitud lo hicimos en el mismo quirófano. A las 1 O,3t) el feto muerto y macerado había sido expulsado y un cuarto de hora después se desprendía la placenta, que se la veía en muy mal estado. La paciente volvía a su cama a las 11 de la mañana y la grave emergencia, que había exigido un viaje increíble, se hahía superado con felicidad. Se le tra tó Con UIUL anti biote— rapia intensa, porque había señales de infec ción A la mañana si guiente, resuelto el problema, iniciaba el viaje hacia el Aguanco en el deslizador del hospital, no en solita rio, como lo tenía pre visto, sino acompaña do de lina. Imelda, pa— t’a llegar a Pucapeña a las cuatro de la tarde y proseguir el programa trazado (le antemano. Las primeras ho ras las dedicamos a dar un sin fin de expli caciones de lo que ha bía ocurrido y tranqui lizar a los familiares más cercanos de Am- l)ar°. 93

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz