BCCAP000000000000026ELEC

OPERAR A LA LUZ DE LAS CANDELAS enero, 87 En una pequeña chicta frente a Nuevo Rocafuene, en la co munidad llamada Martinica, vive desde hace algunos años el ma trimonio formado por Mario y Aguasanta. Ella, de 30 años de edad, procede del río Coca, cerca de su desembocadura y muy próxima a la actual población de Francisco de Orellana. Es cina habitual pa ciente del hospital con clínica variada y nunca demasiado importan te. El 22 de enero acude con un problema ginecoobstétrico: desde hace varios días tiene pequeñas metrorragias y ha expulsado algunos restos de un material que no sabe interpretar. Desde hace tres meses no ve su regla. Se encuentra débil y se cansa. Su útero es mayor que lo normal; el cuello está cerrado y pensamos que una hospitalización será conveniente para afinar el díagnósñco y permitirle una mejor recuperación. La prueba de embarazo es positiva. Existen molestias urinarias y, efectivamente, su nivel de hemoglobina es bajo. Se realizan prue bas de grupo sanguíneo y compatibilidad con su esposo. Se programa una rnedicacíón antiséptica urinaria, espasmolíticos, vía parenteral de hidratación. Al día siguiente se le transfunde sangre isogrupo. Su estado general mejora, pero no podemos precisar un diagnós tico de la causa de sus molestias. Un día después su mejoría se man tiene inestable; sus molestias en el bajo vientre aumentan discreta mente. Tolera la vía oral, pero algo se nos escapa en esta paciente, que no nos deja tranquilos. El día 27 por la mañana, al examinar como cada día de forma detenida a la paciente, el cuadro clínico aparece con toda claridad: existe una masa en fosa ilíaca izquierda, tensa, dolorosa, renitente. La palidez, la situación de la masa abdominal, el dolor selectivo a la pre sión y la gama de datos anteriores señalan hacía un embarazo tubárico izquierdo. Estamos ante un cuadro muy grave; probablemente existe ya ruptura y hemorragia: hay que intervenir de urgencia. No tenemos posibilidad ni tiempo para una evacuación a Quito: Coca, que ya está lejos, no tenía posibilidades quirúrgicas en ese entonces. -,Cómo vamos a operar aquí, me dice la hermana? La planta de luz está dañada y el Municipio está varios días sin luz. -Tendremos que improvisar: no podemos dejar que la trompa reviente y la mujer se nos muera en hemorragia. Voy a hablar ahora mismo con el padre Enrique, quien tiene tina peqcleña planta de luz de 64

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz