BCCAP000000000000025ELEC

Curar en la selva herida 96 humano, el hombre puede ingerir las larvas que llegan en su desarrollo a la fase adulta, instalándose en las arterias mesentéricas. La puesta de un número muy abundante de huevos llega a producir obstrucciones en las arteriolas más pequeñas de la red mesentérica y, como consecuencia, se dan procesos inflamatorios y obstructivos de la pared intestinal. A la larga, el paciente se siente enfermo y el cuadro patológico lleva a un diagnóstico presuntivo de apendicitis aguda. La cirugía permite precisar la causa y descubrir que el paquete mesentérico se en- cuentra habitado por este pequeño nemato- do, especie nueva, que el Dr. Pedro Morera llamó Angiostrongylus costaricensis . Durante algún tiempo estudié babosas que se encontraban en el terreno del Hospital y a través de un método bien sistematizado por el Dr. Morera traté de localizar larvas de este parásito. Después abandoné esta investigación. El año 1993 la retomaba y recuerdo que en una de las babosas exami- nadas encontré una larva que cubría las ca- racterísticas descritas para A. costaricensis . Estudié ratas de monte y pude localizar en sus heces algunas larvas con rasgos sugesti- vos de pertenecer a A. costaricensis . En mayo del año 1993 asistía al IV Congre- so Latinoamericano de Medicina Tropical en Guayaquil. Una vez más me encontré con Pedro Morera. Él tenía un especial in- terés de conocer mi área de trabajo y el pe- queño Hospital Franklin Tello. Realizó sus gestiones para retrasar unos pocos días su U no de mis mejores estímulos en mi tarea de búsqueda de la vida y ha- zañas de los parásitos amazónicos ha surgido sin lugar a dudas del encuentro con grandes figuras de la investigación en parasitología. Oírles en sus exposiciones magistrales en los Congresos Latino Ame- ricanos de Parasitología ha intensificado en mí el afán de conocer. ¿Será cierto que esos parásitos, con sus ciclos biológicos lle- nos de recorridos intrincados en diferentes grupos de seres vivos, y que producen a ve- ces patologías humanas especiales, pueden existir en nuestro rincón amazónico? Conocí al Dr. Pedro Morera, de Costa Rica, en aquel entonces Presidente de la Socie- dad Mundial de Parasitología, en varios de estos encuentros y me llamó la atención su búsqueda de un pequeño nematodo que se instala en las arterias mesentéricas vecinas a la zona apendicular del hombre, produciendo una patología parecida a la de una apendicitis aguda. Ha sido capaz de descubrir todo su recorrido biológico y ha podido reproducir en su laboratorio este recorrido vital. En la naturaleza se en- cuentra en varias especies de ratas salvajes y sus larvas de primer estadio son elimi- nadas a través de la vía digestiva. Las ba- bosas son capaces de ingerir material fecal de ratas con las larvas incluidas y larvas de distinto nivel se desarrollan en sus tejidos. Pueden salir al mismo tiempo que las ba- bosas impregnan su recorrido con la baba que facilita sus movimientos reptantes. Si esta baba impregna hortalizas de consumo Angiostrongylus costaricensis

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz