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El hospital que investiga 93 cus vogel i, recientemente descubierto. Se pudo demostrar que uno de los pacientes se había contagiado con los huevos que ex- pulsaba uno de sus perros de cacería que vivía en su finca. Un diálogo paciente con el campesino operado informó que, efec- tivamente, su perro era alimentado con cierta frecuencia, durante las cacerías que realizaba, con las vísceras de guanta que extraía en el monte, antes de cargar con las guantas cazadas camino de la finca. Entre los perros de monte, salvajes, que existían en la región estaba el Speotus venáticus y las guantas comen entre otras cosas heces de animales de la selva. De esta forma se reconstruía de manera completa el ciclo biológico de este pequeño gusano que no solo realizaba un ciclo biológico dentro de los mamíferos, sino que era capaz de saltar E l año 86 me trajeron un hígado de guanta, roedor grande, de costum- bres nocturnas, carne especial- mente atractiva por su exquisitez. Me lo traían porque aquel hígado estaba lleno de grandes formaciones vesiculares repletas de un material semilíquido, blanquecino, con formaciones arracimadas de pequeñas vesículas en su interior. ¿Podría comerse? ¿No era una enfermedad la que se mostra- ba en aquel hígado? Naturalmente, aquella pieza formó parte de mis investigaciones, porque para aquel entonces yo conocía muchos datos de la patología que se veía en aquella víscera de guanta. A partir de entonces dediqué muchas horas a seguir el curso de esta enfermedad zoonótica, pero, en ocasiones, también humana, que crea dificultades especiales para su diagnóstico. Conocía aspectos importantes de su ciclo biológico. El primer hallazgo del nuevo pa- rásito, que es un Echinococcus se realizó en el zoo de Los Ángeles, en los EE.UU ., pro- cedente del intestino de un perro salvaje, Speotus venaticus , procedente de Esmeral- das, Ecuador. Se le llamó Echinococcus vo- geli . Se trata de un gusano anillado y plano, de aproximadamente 3 mm de largo que se aloja en el intestino de algunos mamí- feros. Al poco tiempo, en un lugar lejano, en Colombia, un investigador llamado An- tonio D’Alessandro recibía dos piezas qui- rúrgicas hepáticas de diferentes pacientes operados en un hospital de Cali. El estudio de las mismas permitió confirmar que se trataba de la fase larvaria del Echinococ- Hidatidosis poliquística Primer caso estudiado en el Hospital de hidatidosis poliquística Lesiones en hí- gado de guanta, provocadas por la fase larvaria del Echinococus vogeli.