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El hospital y los encuentros interculturales 67 hospital. Excepcionalmente se dan peque- ñas resistencias, aunque, como suelo expli- car a las mujeres el sentido de la posición horizontal, en general no hay problemas. Les explico que es para poder intervenir mejor cuando haya necesidad. Y ya hemos tenido a lo largo de todo el tiempo de mi estancia en Nuevo Rocafuerte varios casos de complicaciones muy graves, de partos distócicos que han requerido intervencio- nes urgentes como cesáreas, histerectomías por rupturas uterinas o por hemorragias post partum incoercibles. El tema del parto vertical, sin embargo, lo veo como un punto muy politizado. Hoy, la sociedad política está tratando de con- seguir aceptación en el mundo indígena y presentan muchas cosas de las cuales yo creo que ni ellos están muy convencidos, para conquistarles. Lo importante es ofre- cer una práctica médica respetuosa con la gente y de calidad, y no depende tanto de la una u otra técnica asistencial específica. medicina intercultural? [R] Debido a la escasa densidad poblacio- nal y las distancias, el porcentaje de partos en el hospital no es muy grande. Normal- mente, las mujeres dan a luz en sus casas, asistidas por familiares. Además, en algu- nas áreas de esta amplia zona amazónica existen parteros o parteras de fama que atienden la mayoría de los partos de la región. En mi mente quedaron grabadas dos personas relacionadas con este tema. Una es una señora de una comuna en el río Aguarico, con la que conversaba en uno de mis viajes mientras atendía a una joven que iba a dar a luz. Me dijo que nunca ha- bía conocido un problema de parto imposi- ble por presentación transversa y mano vi- sible, y comentábamos la urgencia que este cuadro ofrece con la necesidad ineludible de una cesárea urgente. Esa misma noche me llamaban de urgencia porque, exacta- mente, eso era lo que estaba ocurriendo con la parturienta. Tuvimos que organizar una evacuación en plena noche hasta la ciudad de Lago Agrio y se llegó a tiempo para una cesárea que salvó a la madre y al niño. El otro caso ocurrió en Yuturi, con un parto de nalgas y enclavamiento de cabeza en pubis que fue magistralmente resuelto por un partero mestizo de Pañacocha, ante la mirada sorprendida de un médico ale- mán que visitaba la casa donde ocurría ese grave problema obstétrico. Hoy en día existe un número importante de mujeres jóvenes indígenas que vienen a nuestro hospital para sus controles periódi- cos de embarazo y para el parto. Muchas mujeres también realizan planificación familiar y aceptan el parto asistido. No ha- cemos parto en posición vertical en nuestro En el labora- torio Con el microscopio de investigación Zeiss, uno de las novedades tecnológicas del hospital.

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