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Curar en la selva herida 50 grandes dosis, preguntan detalles de los resultados de los exámenes. Aparece en pantalla el doctor Ricardo Hi- dalgo, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UTE. Plantea la posibilidad de trasladar a la mujer a un hospital en Quito. La cosa no parece tan fácil: una mujer indígena, una familia que habita en el alto Napo peruano, a 1200 kilómetros del hospital de Iquitos y sin recursos para viajar a Quito y menos, para diálisis o transplante. Y luego hablan de otro caso… una niña queingresó al hos- pital con vómito y diarrea, a la que dieron el alta luego de hidratarla. Le dieron el alta pues tuvo exámenes norma- les en donde no pudieron detectar ningún mal. La niña volvió a los tres días con convulsiones y finalmente murió sin que los médicos pudieran dar con la causa de su mal. No hubo autopsia. La familia no quiso. Seguramente, le atribuyeron la tragedia a algún asunto de brujos, de chon- tapalas y de virotes con enfermedades que el chamán no pudo extraer. El enlace dura dos horas. A través de la telemdicina se puede hacer el análisis de los casos más complicados que llegan al hospital de Nuevo Rocafuerte, las consultas con médicos especialistas, vía Internet, sacándole prove- cho máximo a la tecnología de punta con la que hoy se puede hacer desde pequeñas consultas a nivel de estu- diantes de medicina, hasta resolver los más complicados casos clínicos e incluso, enviar por red exámenes, ecos y electrocardiogramas. Todo eso es posible, aunque aún están a la espera de obtener un mejor ancho de banda para que la comunicación sea perfecta. No es fácil. Nuevo Rocafuerte no es cualquierlugar. Es uno de los lugares más distantes del Ecuador, ahí mismo, en la frontera Ecuador-Perú, a orillas del río Napo. En el pueblo no hay luz todo el tiempo sino vía generador. Los teléfonos no funcionan. No hay gasolina suficiente para mantener todo el tiempo encendido el flamante genera- dor eléctrico del hospital. Por supuesto, ahí no hay línea de teléfono celular ni mayores posibilidades de Internet (ahora comparten el servicio con los militares que tienen su torre satelital). Rocafuerte es un pequeño Macondo , actualmente sin siquiera dependencias municipales (pero esa es otra historia…).Para llegar a Nuevo Rocafuerte hay que viajar desde Coca en la canoa de turno en un periplo que dura entre 10 y 12 horas. Construir allí es tarea de titanes: el material para construcción debe transportarse igualmente, por vía fluvial. Pero como nada es imposible cuando hay agallas, el hospital de Nuevo Rocafuerte, hoy además, Hospital Docente, gracias al convenio con la Universidad Técnológica Equinoccial y a los aportes del Gobierno de Navarra, en los dos últimos años, es, sin duda, el hospital mejor equipado del Oriente ecuatoriano. Capuchinos en Misión. Aguirre, M., junio, 2008.

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