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Curar en la selva herida 178 equilibrio. Las personas que viven en esta apartada región amazónica se encuentran demasiado distantes de los centros urbanos y de poder del país y, además, su número no es muy representativo. Hay una gran ten- tación de olvidarse de ellos y planificar los programas de salud y cualquier otro como si en realidad no existieran. Algunas personas se pueden preguntar si un grupo humano tan pequeño, sociológicamente tan insigni- ficante, merece una inversión costosa en in- fraestructuras y equipamientos en el área de la salud, cuando el porcentaje de atenciones médicas no cubre los valores considerados como justificativos de dichas inversiones. Esta es una pregunta que yo nunca he lle- gado a considerarla acertada. El Hospital Franklin Tello debe mantener su vocación de servicio de calidad a las gentes de nues- tra área amazónica, pocas o muchas. Ellas se merecen lo mejor y representan un estilo de vida, inmersos en el mundo amazónico, que debe ser especialmente valorado. Y qué duda cabe, por otra parte, que al mismo tiempo que se realiza una labor asistencial, ojalá que cada día de mejor cali- dad, nuestro hospital sigue siendo un lugar privilegiado para contactar con patologías propias de la región, ese inmenso mundo de las Patologías Tropicales, siempre poco conocido, y siempre llamado a convertirse en territorio privilegiado de investigación. No dejo de soñar en un hospital digno de una asistencia eficiente y al mismo tiempo inquieto, a la búsqueda de los agentes y las causas del enfermar de sus gentes. Me gustaría que este camino, que he tratado de recorrer, siga siendo la ruta del Hospital Franklin Tello en el futuro. concretar compromisos mutuos que nos per- mitan realizar una asistencia más eficaz en el área de la salud. Todo esto nos lleva a pensar que el Hospi- tal Franklin Tello necesitará completar sus infraestructuras físicas y su equipo humano de manera que pueda cubrir algunas áreas de atención médica que ahora se encuen- tran mal desarrolladas. Cirugía y Terapia Intensiva necesitan especialistas que en la actualidad no existen. Y sería normal que este tema se tratara en los diálogos que ne- cesitaremos realizar con los responsables de las Compañías Petroleras que van a utilizar el Franklin Tello como su primer hospital de referencia en la región. Existe, por otra parte, una fisonomía pro- pia que siempre ha caracterizado a nuestro pequeño hospital, perdido en el rincón más oriental de nuestra Amazonía ecuatoriana. La población que habita en nuestro cantón de Aguarico y en el distrito “Torres Causa- na” del Perú consideran al Hospital Franklin Tello como su casa de salud, el lugar fami- liar a donde pueden acudir, como algo que les pertenece. Hay confianza y familiaridad en el trato y en la acogida y las personas se pueden permitir la libertad de prescindir de ciertos formalismos que envuelven a los grandes Centros de salud. El Hospital ha cultivado siempre este aire familiar, al mis- mo tiempo que mantiene con un cierto ri- gor los niveles de un servicio serio y actua- lizado en conocimientos y técnicas médico quirúrgicas. Me parece muy importante mantener esta fi- sonomía propia, donde familiaridad y nivel técnico puedan mantenerse en un acertado