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Durante el día nos dedicábamos a la recogida de simúlidos, haciendo, en ocasiones, de cebos humanos. Aprendí a localizar los lugares predilectos para la recogida de huevos de estos insectos y las técnicas de disección de los mismos. Pude ver lesiones cutáneas y oncocercomas. En Zapallo Grande observé, en repetidas ocasiones, microifiarias en la cámara anterior del ojo, con la lámpara de hendidura. Aproveché la oportunidad para recoger, en algunos esteros de la zona, ejemplares de crustáceos pra posteriores investigaciones de la fase metacercaña del Paragonimus y, mientras buscaba en grandes camarones estas metacercarias, durante mi estancia en Zapallo Grande, pude encontrar ejemplares múltiples de un pequeño turbelario, que posteriormente identifiqué como del g. Temnocephala. Durante la última etapa de esta investigación, del 18 al 22 de julio, nos trasladamos a la región de Loreto, en la zona del Payamino, muy cercana a la que yo había visitado en el año 82. Las 250 pruebas de Mazotti que realizamos resultaron sorpren dentemente negativas, Se encontraron gran cantidad de simúli dos, de la especie S. exiguum y otras especies aún sin identificar. Del 23 al 27 de julio visitamos la zona de Shushufindi y estudiamos algunas áreas especialmente interesantes por la presencia de morenos, procedentes de áreas oncocercósicas de Esmeraldas. Las 133 pruebas de Mazotti resultaron también negativas. Reflexiones finales Los datos de que disponemos hasta la fecha mantienen la negatividad de hallazgos de casos humanos de Oncocercosis en nuestro Oriente. Aunque es cierto que algunos de los enfermos de Oncocercosis, habitantes de los ríos esmeraldeños, se han trasladado para vivir en el Oriente, en zonas como Lago Agrio y que desde aquí han seguido tratándose con el equipo del Dr. 97