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Mis primeros contactos con la Oncocercosis Hacia el año 80, cuando comenzaba a establecer contacto con el equipo de tropicalistas de Guayaquil, Dres. José Rumbea, Ramón Lazo, Luis Carvajal y otros, entro de lleno en el pequeño mundo de los derechos de propiedad sobre los descubrimientos científicos. La prensa de Guayaquil comunicó el hallazgo por primera vez en el Ecuador, por parte de los Dres. Luis Carvajal, Fortunato Zerega y Manuel Arzube, de un caso de oncocercosis, en un moreno de la provincia de Esmeraldas. En agosto del mismo año, en la Sesión solemne de la Sociedad Ecuatoriana de Medicina Tropical, se presenta oficialmente este hallazgo. El Dr. Renato León, de Quito, comunica el estudio de 300 casos de Oncocercosis en Esmeraldas, en los últimos años, por un equipo de misioneros médicos. Estos estudios no habían sido aún publicados. Arzube estudia por su cuenta a 87 personas en la zona del río Cayapas y encuentra 72 con mícrofilañas en piel. Guayaquil y Quito se pelean sobre la paternidad de los primeros hallazgos. En octubre de este año 80 un equipo multidisciplinar, bajo la dirección del Dr. Francisco Aguilar, de Guatemala, realiza una investigación de campo a lo largo del río Santiago y confirma la importancia de esta patología. Aunque es cierto que la primera comunicación oficial y la primera publicación pertenece al equipo de Guayaquil, el Dr. Ronald Guderian, quien en aquella época trabajaba en contacto con el Dr. Luis León, merece ser considerado como el principal investigador de esta patología en el país. El es, al mismo tiempo, quien ha mantenido una constante bisqueda en las diferentes 91