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unos días agotadores: recoger sangre, centrifugar, trasportar a pequeños recipientes y guardar éstos en el tanque de nitrógeno líquido ocupaba casi la totalidad de la jornada. Al final ya no nos llegaban los tubos para esta labor y tuvimos que limitar las tomas a números reducidos en las últimas comunidades. Cuando en Coca revisábamos nuestras notas disponíamos de 1.011 sueros, de una población total estimada en 6.787 habitantes, es decir, el 14,8 %. Pero, en realidad, de las 32 comunidades existentes, 18 fueron las encuestadas ( 56,25 %) y ateniéndonos a sus habitantes, la encuesta se realizó sobre el 49,2 ¾ de la población. En ella teníamos un muestreo del 30,2 %. 51,7 ¾ eran muestras de mujeres y un 48,2 % correspondían a varones. Estábamos realmente satisfechos de la muestra y deseosos de ver los resultados de la misma. Pero este trabajo tardó aún algún tiempo. La fiabilidad de los resultados inmunológicos A los pocos meses viajaba a Quito, coincidiendo con la visita al Centro de Ronald Guderian del Dr. Steven G. Reed, especialista en inmunología, que iba a ocuparse de la puesta en marcha de una técnica precisa para inniunología de Chagas a través. de MICROELISA. En aquel momento quisimos hacer una primera aproximación al tema, realizando unas pruebas de MICROELISA con un número reducido de muestras, empleando antígeno crudo para la misma. Entre los sueros testados estaban el de Marcia Pantoja, de 13 años, quien había mostrado un Romaña positivo y clínica completamente negativa; el de Etelvina Machoa, con cardiopatía importante y una prueba de hemoaglutinación indirecta positiva; dos sueros comprobados como positivos por otras pruebas inmunológicas y dos sueros de individuos en los que no había posibilidad de contacto con 85