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al Dr. Ronald Guderian, quien mantenía siempre una mente inquieta e inquisitiva sobre diversos temas de parasitología y medicina tropical. Aunque su tema favorito de investigación seguía siendo la Oncocercosis, patología de importancia en la provincia de Esmeraldas, entre los grupos cayapas y morenos, enfermos del Oriente visitaban su pequeño centro de investiga ción y para el año 89 le habían llegado tres pequeños pacientes con Chagas agudo. ‘Dentro de su equipo de investigadores se encontraba la Dra. Martha Chico, joven profesional de gran capacidad y dedicación, que seguía con especial interés el tema de la enfermedad de Chagas. Planeamos un programa de investigación en nuestro Oriente. Lo que pretendíamos era bastante claro: queríamos comprobar si la enfermedad de Chagas en nuestro Oriente tenía carácter de patología autóctona y había marcado a sus pobladores con una alteración crónica de su sistema inmunológico y había producido patología crónica, como cardiopatías o alteraciones en su sistema digestivo. Nuestra idea era recoger una muestra significativa de sueros de los habitantes de las comunidades existentes en el Napo, desde Coca hasta Nuevo Rocafuerte y comprobar en esta muestra el nivel de contactos con el parásito a través de una prueba de ELISA. En caso de existir muestras positivas intenta ríamos estudiar, posteriormente, hasta dónde existían signos de enfermedad crónica en las personas a quienes pertenecieran estas muestras. Este programa lo sometimos a la Oficina Panamericana de la Salud, con el deseo de que nos financiara los gastos que dicha investigación iba a comportar: viajes, equipos para recogida de sueros en nitrógeno líquido, exámenes de inmunologia específica sobre los mismos y otros muchos detalles. Pero, quizás porque el Dr. Carlos Pettigiani ya no estaba al frente de la Oficina, el tema no fue estimado como interesante y digno de un apoyo financiero. 83