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Primeros contactos A mediados de marzo del 87 yo estaba viajando a Coca, donde permanecería dos días, antes de salir a Quito y emprender vuelo a España, de vacaciones por tres meses. Como tenía un rato libre visité el Hospital de Coca y conversé con un médico, oriundo de Guayaquil, que realizaba su año de medicatura rural. En nuestra conversación le pregunté sobre la incidencia actual del Paludismo en el sector y de otros cuadros especiales que habían surgido en aquel entonces. Como si de un tema sin importancia se tratara me indicó que, pocos días antes, habían hospitalizado a una niña de un año con fiebres altas. El tecnólo go de malaria, que tiene su oficina adjunto al hospital, había encontrado Trypanosoma cruzi en la gota gruesa, igual que a su madre, que no tenía sintomatología alguna. Como no tenían tratamiento específico le habían mandado a su casa. Apenas podía creerlo. Hasta el momento nunca se había reportado la enfermedad de Chagas en el Oriente del Ecuador y este primer caso había pasado como un cuadro trivial para los colegas del Hospital de Coca. -,Donde vive esa niña?-indagué.-,Qué hay de la placa con las muestras de sangre positivas para Chagas? Yo estaba verdaderamente en ebullición y me parecía de suma importancia no perder esta primera oportunidad de con tactar con una patología tan importante como la Tripanosomiasis americana. 77

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