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blanquecinas y brillantes, de sólida consistencia. En su interior se veía o líquido transparente o material gelatinoso ambarino. La germinativa estaba en muchos casos desprendida. Recordaban ciertamente al quiste de oveja que había estudiado anteriormente. Escogí 14 piezas para el estudio; 9 de ellas mostraban protoescé lices, el resto eran estériles. Se realizaron mediciones de 101 ganchos grandes y 75 pequeños. En cada una de las muestras hice, después de las mediciones correspondientes, unas medias de la longitud de la totalidad del gancho, de su mango y de su hoja y, finalmente, obtuve una media de los valores de las nueve muestras estudiadas. Los resultados son muy significativos. Todos los ganchos, grandes y pequeños, mantienen característi cas idénticas, en tamaño, forma, dimensiones proporcionales entre mango y hoja. Su tamaño es semejante al de E. otigarthrus y la proporción entre mango y hoja, que se mantiene constante, es similar al de E. vogeti. Las características constantes de los ganchos, de diversa procedencia geográfica, me ha hecho pensar que nos encon tramos ante algo que les diferencia de lo que se ha escrito hasta ahora sobre las características del E. granutosus y hemos tratado de montar una investigación para llegar a estudiar el adulto que se obtendría en penos, al ser alimentados con quistes fértiles de estos cerdos parasitados. De esta manera sería fácil comprobar sí el Echinococcus a quien pertenece esta fase larvaria es realmente un E. granutosus con personalidad propia o nos encontramos ante una nueva especie de Echinococcus. Aunque esta investigación se planificó en el año 93 con el equipo del Dr. Ronald Gudeñan, dificultades surgidas la han pospuesto por el momento. En la actualidad hay dos puntos sobre los que mantengo un interés especial. El primero se refiere a la búsqueda de hidatido sis poliquística en guatusas y la comprobación de que ésta se debe a E. otigarthrus y no a E. vogeli. Me parece muy curiosa 73