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parásito desapareció; se trataba de casos de ‘Falsa resistencia’ (37%). 13 de ellos, a quienes no había modo de hospitalizar y controlar, ante el primer tratamiento domiciliario con cloroquina con resultados negativos, se les dio un tratamiento con fansidar y el cuadro desapareció; podíamos considerarlos como ‘Presu miblemente resistentes’ (43 %). A pesar de todo seguíamos muy críticos ante la existencia de una verdadera resistencia del P. fatciparurn a la cloroquina.La campaña masiva terapéutica que emprendimos con el SNEM, a primeros del 85, resultó eficaz, y tanto el P. vivax como el P. fatciparurn se retiraron de nuestra área de forma rápida. Esto hubiera sido imposible si la resistencia del P. fatciparurn a la cloroquina hubiera sido real. El avance en la participación comunitaria Hasta el año 88 mantuvimos un buen control del Paludismo en la región. Casos sueltos y tratamientos individuales. SNEM se mantenía en la reserva, lleno de problemas internos y ausente de nuestra región, pero, por esos mecanismos biológicos cuya dinámica se nos escapa del todo, el paludismo no acertaba a adquirir fuerza y se encontraba sometido en sus ocultos cuarte les. Poco a poco, otra vez comenzó a rebrotar desde octubre del 87. En octubre aparecieron 17 casos; en noviembre, 34; en diciembre, 50. En año 88 se mantuvo en niveles intermedios y a fines del mismo ya la imagen gráfica mostraba un ascenso claro. En enero del 89 Javier me hablaba del crecimiento del paludismo en sus comunidades y yo comprobaba en marzo más de 80 casos. Como el tema del paludismo estaba entre nuestras prio ridades, en mis contactos con la OPS por motivos de la inves tigación sobre Paragonimiasis, a lo largo del año 88, en la que 60