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de sus etapas, su realización hizo que en marzo Javier diagnosti cara menos de 25 casos y yo no viern más que 4. La eficacia terapéutica Desde hacía muchos años el tema de la resistencia del parásito a la terapia por cloroquina estaba en el candelero de muchos profesionales. Se decía que existían constataciones de una verdadera resistencia del P. fatciparum a esta medicación, como, ciertamente, se había comprobado en muchos países. La experiencia de la provincia de Esmeraldas, con un porcentaje muy alto de paludismo y casos letales tan frecuentes, avalaban esta impresión, cuya confirmación científica era incierta. Yo me encontraba de vez en cuando con pacientes que llegaban al hospital después de haber tomado dosis no controla das de cloroquina y que, sin embargo, seguían con cuadros febriles importantes: en sus gotas gruesas se comprobaba la existencia del parásito. Al parecer existía un comportamiento ambivalente y era muy importante e interesante comprobar hasta qué punto se trataba de una verdadera resistencia. Desde luego, en nuestra comprobación tendríamos que emplear técnicas elementales, a nuestro alcance. De los 58 casos llegados al hospital con P. fatciparum, entre diciembre del 84 y mayo del 85, escogimos 28 casos para el estudio, ya que el resto había sido tratado de entrada con sulfadoxina y pirimetamina (Fansidar). De los 28 casos 6 fueron sometidos, bajo control hospitala rio, a una nueva medicación con cloroquina y primaquina y el parásito se mantuvo en sangre por varios días, hasta que se elirajnó con un tratamiento con fansidar. Los consideramos ‘Resistentes verdaderos’ (20%). 11 fueron sometidos a tratamien to con cloroquina y primaquina en régimen hospitalario y el 59