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presenté al Dr. Carlos A. Pettigiani, Representante de la OPS ¡OMS en el Ecuador. Ya para esas fechas el Dr. Pettígiani me era conocido y apreciaba mi trabajo en el pequeño Hospital de Nuevo Rocafuer te4 En el año 85, mientras yo me habia embarcado ya de lleno en la tarea de rastrear la vida y los caminos del Paragonimus, llegó la aprobación de la beca solicitada y esta colaboración económica, que comportaba equipos, material de laboratorio y ayuda financiera, me permitió abordar el tema con tranquilidad. En los primeros meses del 85 visité repetidas veces una quebrada que se encuentra frente al hospital, en la selva vecina de la margen izquierda del Napo y recogí numerosos ejemplares de moluscos y crustáceos. Encontré cercanas de tremátodos en los moluscos y metacercanias en crustáceos, pero desconocía muchas cosas. Quería ahondar en la técnica de investigación de las fases larvarias del parásito y, al mismo tiempo, me era necesario determinar el género y la especie de los moluscos y crustáceos que encontraba. Una vez más acudí al Dr. A. D’Alessandro para que me pusiera en contacto con especialistas en la materia. Le escribí una extensa carta en abril del 85 y le mostraba mis inquietudes. Ya para entonces conocía por algunos estudios al Dr. E. Malek, de la misma Universidad de Tulane, quien dirigía el Centro de Estudios Malacológicos de la OMS. Sabía de la existencia de un trabajo suyo sobre Moluscos huéspedes interme diarios de la Paragonimiasis en América, presentado en el Congreso Internacional de Medicina Tropical y Malaria, de Calgary, en Canadá, en septiembre del 84, y de la existencia de una Guta de Laboratorio y notas para una Malacología Médica, ambos trabajos en inglés. Para el 28 de mayo tenía una respuesta concreta, con 32