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envió una carta amplia con información sobre el tema. Me comunicaba la bibliografía básica que iba a necesitar y me incluía algunas separatas. Me sugería la posibilidad de publicar un trabajo sobre este parásito en la revista Research and Reviews in Parasitology, que salía en esas fechas como nueva versión de la antigua Revista Española de Parasitología. En octubre del 92, como resultado de todos los hallazgos conseguidos, había realizado una primera redacción sobre este parásito y este trabajo borrador se lo envié al Dr. Mas-Coma. En noviembre del 92 visitaron el Hospital el Dr. Rumbea y el Dr. Michael Kron. Algunos ejemplares adultos y otros en fase metacercaria se los entregué para que pudiera fotografiarlos con el microscopio electrónico en la Universidad de Michigan, en los EE.UU, de la que el Dr. Kron era profesor. Las fotografías electrónicas de los ejemplares enteros y de cortes histológicos seriados me llegaron en el mes de marzo del 93 y eran franca mente buenas. Mostraban algunos elementos del parásito de forma espectacular En febrero del 93 el Dr. Mas-Coma contestaba a mi carta de octubre del 92 de forma muy extensa, ciertamente con gran respeto y sinceridad, y realizaba una acerba crítica a mi trabajo. Muchas de mis conclusiones eran totalmente gratuitas, sin apoyos experimentales, en su opinión. Adoptaba, por otra parte, posturas inflexibles sobre algunos hallazgos míos, por ejemplo, la existencia de formas larvarias muy claramente determinadas en vesícula biliar de lagartijas y que yo había llamado metacer carias, como anteriormente Maldonado. Pensaba que esto era poco menos que un absurdo biológico y que, a lo más, se trataba de formas inmaduras aberrantes, surgidas por casualidad en alguna lagartija. En la misma carta me anunciaba las dificultades que habían surgi& en la aparición del primer número de la revista en inglés anteriormente anunciada y la seguridad de que en poco tiempo !a misma iba a aparecer. 128