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Presentación No cabe la menor duda de que el ecosistema amazónico condiciona de forma preponderante la totalidad de la actividad Iminana en nuestra amazonia. Cuaizdo yo llegue’ al pequeño Hospital Franklin Tello, en el bajo Napo ecuatoriano, en mayo del 70, todo respiraba uit ambiente tropical. La selva inmensa, qtte parece tragarse los escasos espacios robados a su acción invasora, la huin edad profunda que lo impregna todo, el sol abrasador y la lluvia torrencial jugando a ver quie’n se impone a quién, su fatma y flora, exótica y omnipresente, y sus gentes, que muestran,en su ser y en suforina de vivir, señales inequívo cas del entorno en el que habitan, todo da una personalidad bien definida a nuestra realidad. Este ambiente tropical impregna, de alguna manera, la totalidad del enfermar de sus habitantes. Sus padecimientos, muchos de tos cuales pueden considerarse cosmopolitas, coin unes a tos que padecen habitantes de los diferentes espacios del inundo entero, se revisten, sin embargo, de ciertas tonalida des propias, dependientes de su entorno amazó,zico y son por tanto, en cierto modo, patologías tropicales. No obstante, algunas maneras del enfermar de la región tienen, ciertamente, características propias de nuestra selva amazónica y dependen de forma muy cercana de tas condiciones ecológicas en tas que 11