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CRISTIANISMO SIN PECADO ORIGINAL 269 Otro paso firme en la misma dirección de atenuar la dureza de los dichos agustinianos se dio cuando, sobre todo desde el siglo xiii, se hizo corriente la fórmula del Areopagita y de la tradición orien tal: Naturalia manent integra: lo que pertenece a la naturaleza humana como tal permanece incorrupto, incluso después del PO. Pero como estamos dialogando con teólogos escolásticos, nada extraño que, sobre este axioma, surjan matizaciones. El axioma es un impacto de la hamartiología y caritología oriental en el Occiden te latino dominado por el agustinismo En el Oriente cristiano es desconocida la figura de un PO que haya viciado a la naturaleza humana. Por el pecado de Adán el hombre pierde el don de la inmortalidad = Athanasía. Pero los teólogos orientales desconocen del todo la figura de la «natura viciada/ corrompida» por el PO, de agustiniana memoria 158 Dentro de la Escolástica, todos afirman que la natura humana queda íntegra a nivel metafísico/ontológico. Pero sí que habría que dado debilitada en sus «habilidades», en su disposición inmediata para obrar el bien. Por eso y para eso se le habría de infundir el habitus cualidad sobrenatural de la gracia Sin embargo, otros (vgr, Duns Escoto), siguiendo más de cerca el pensamiento oriental del Areopagita, pensaban que, en sí misma la habilidad/potencia natu ral del espíritu tampoco habría sido herida, viciada. Diversidad de opiniones que se refleja en el modo de interpretar adagios teológi cos como éste: por el pecado de Adán el hombre «fue despojado de lo gratuito y herido en lo natural». Mientras que otros proponían: el hombre paradisíaco y el hombre histórico difieren «como un desves tido de un desnudo, es decir, no fue herida la natura por el PO. Nace íntegra y sana en sí misma, aunque desprotegida / desvestida de los dones gratuitos de que gozaba en Adán. 158 Hombres como santo Tomás y Duns Escoto recogen con aprobación la frase del Areopagita: »Incluso en los demonios la naturaleza permanece íntegra y en todo su esplendor (naturatia manent integra et sptendidissima), De Div. Nomin. P» 23; PG, 3, 725; Sro TOMÁS, 1-II, q. 63, a. 1; J. DuNs EscoTo, II Sent. D. 7, q. Unica; cd. Vives 12, 372b., 392.» Esta frase del Areopagita la juzgaba Lutero del todo peligrosa, In 1 lib. Mose, WA, 42, 45. Y sí que lo era para toda su antropología teológica, que gira en torno a la convicción de la corrupción radical, total de la naturaleza humana como efecto/cas tigo del PO. Puede verse el comentario de B. QuELQuEJEu, «Naturatia rnanent integra». Contribution d 1tude de la portée methodotogique et doctrinate de t’axiome théotogi que «gratia supponit naturam, en RSPhTh 49 (1965) 640-655.

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