BCCAP000000000000023ELEC
CRISTIANISMO SIN PECADO ORIGINAL 267 visiones de la religión y de la ética «naturales», han buscado justifi cación, un dosel sagrado bajo el dogma y misterio del FO. Aunque la ‘ética’ y la ‘religión’ son magnitudes humanas y teo lógicas distintas, pero crece y mengua su aprecio y desvaloración en buena simbiosis a lo largo de la historia De hecho, la teoría del PO cuando ha desvalorizado y hasta demonizado la religión ‘hatural’, ha envuelto en su repulsa a la ética ‘natural’. Y a la inversa. Los primeros grandes teólogos cristianos pusieron en circula cion la doctrina de las semillas del Logos siembra de germenes de verdad que el propio Logos habría esparcido en la filosofia y en la vida ejemplar de los mejores paganos, en orden a preparar su manifestacion plena en estos ultimos tiempos en Jesus de Naza ret Esta teoria la pudieron proponer porque no sabian nada de una naturaleza humana corrompida por el PO Desde luego, que fueron criticos con las deficiencias concretas de sus venerados maestros paganos pero no cometieron la imprudencia de atribuir las a que tuvieran ellos una inteligencia y una voluntad congemta y universalmente corrompidas por ‘el viejo pecado’. Hoy día la teo logía católica valora mejor que nunca aquella noble doctrina 156W Conocemos mejor las religiones del mundo. Incluso los teólogos que, con su inteligencia especulativa y abstracta, siguen afirmando el PO, la experiencia y la humanitas cristiana les prohíbe hablar de las religiones no cristianas como productos agusanados por la presencia del PO. 156 Puede seguirse la historia de estas ideas en una obra de fácil acceso y bien resumida de P. DsrnomENA, La salvación en tas religiones no cristianas, Madrid, BAC, 1973. Se perciben en su lectura la diferencia y, a nuestro juicio, el enorme progreso desde la Iglesia antigua y medieval hasta la actual. Con no menos nitidez se ve la distincion en relacion a las iglesias protestantes dominadas por el pesimismo antro pológico radical propiciado por la teoría del PO, peculiar de los reformadores. Desde hace años la teología católica no ha hecho más que abrirse progresivamente a ideas más benévolas para la religiosidad natural. Un ejemplo: P. KNIYrER, Em Gott- Viele Religionen. Gegen den Absolutheitsanspruch des Cbristentums, München, Kósel, 1988. Original inglés, 1985. También H. KÜNG (et al.), El cristianismo y las grandes retigio nes Madrid, Libros Europa, 1987. Estamos del todo alejados de la estrechez espiriwal con la que, durante siglos, se pronunciaba el adagio ftiera de la Iglesia (y de su bau tismo) no hay salvación». Y de aquella otra: Todas las obras de los infieles son peca do. Y, en nuestro caso, lejos de la atrevida afirmación de que esta situación de inca pacidad se debe a castigo divino por el pecado de Adán, patriarca de la tribu humana.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz