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CRISTIANISMO SIN PECADO ORIGINAL 121 La objeción es digna de ser atendida: a) por razón de los princi pios teológicos en que se apoya; b) porque A. Vanneste tiene a la vista, en forma más explícita, nuestra propuesta sobre la gracia original; c) su objeción toca nuestra teoría diríamos que en la que llamaríamos la línea de flotación. Niega no sólo el hecho que proponemos, sino, también, la legitimidad y corrección teológica de la propuesta. Respecto a esta negada/discutida legitimidad y corrección teo logica de nuestra teoria recordamos — Los teólogos catolicos tienen por muy cierto que el alma de Jesus, ya en el seno materno, estuvo llena de la gracia santificante No somos nada propicios a desvelar «dogmas» por cualquier campo de la teología Pero no me atrevena a decir que el lenguaje teologi co es aquí impropio, por extrapolación de ideas y conceptos. — Bajo ciertos aspectos es más claro el caso de la Madre del Señor, llena de Gracia desde el primer instante de su ser natural, según se confiesa al proclamar el dogma de la Inmaculada. Los «maculistas» antiguos negaban el hecho de esta santificación origi nal, pero nunca la legitimidad teológica de la propuesta. Ellos mis mos decían que María, sin duda, contrajo el PO en el primer instan te. Pero, en el instante siguiente, el de la animación = statim post animationem fue plenamente santificada en el seno materno. Pue den leerse en san Buenaventura las excelencias de esta original san tificación ‘segunda’, pero muy real. Desde. siglos se venían celebran do la santidad de Maria en su nacimiento No se si la Manologia católica podria aceptar que, cuando se habla de la Madre del Señor llena de gracia desde el primer instante, se hable de gracia en senti do impropio,. frente a la pretensión del beato J. Duns Escoto y otros posteriores «paladines de la Inmaculada», los «maculistas» medievales hubieran tenido a mano una objeción demoledora de la piadosa cre encia: es teológicamente incorrecto, ilegítimo hablar de «gracia» en el ser humano en el seno materno, en edad infantil. No lo hicieron ni, en mi opinión, podían hacerlo en buena teología 66• 66 La opinión de A. Vanneste la he mencionado anteriormente. Los principales textos de Vanneste en Oü en est te probtme cAs péché originel cit. en nota 22; ID., Le péché originet: un débat sans issuefr en EThL 70 (1994) 39-83. Nuestra respuesta, en A. DE Vll.LALM0NTE, Voluntad satvffica y PO, en Ef 92 (1991) 1-24; ID., Natürateza y gracia. El pecado original. El sobrenatural en NT 44 (1997) 44-65.

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