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CRISTIANISMO SIN PECADO ORIGINAL 105 propio Agustín al respecto: «Apoyados en el testimonio de la Escri tura y de la miseria buniana se demuestra la existencia del pecado original». Texto que hay que leer en este sentido, me parece: la miseria humana, sentida y reflexionada a la luz de la Escritura, demuestra la existencia del PO. I)e hecho, Agustín quiere ofrecer un argumento que, en nuestra terminología, llamamos de razón teo lógica. Por motivos polémicos y de éxito argumentativo Agustín se siente victorioso recurriendo a la miseria de los niños: «Ya veis (pela gianos) cómo vuestra herejía naufraga, bajo tas aguas de la mise ria infttnti4 la cual, bajo un Dios justo, no existiría si la naturale za humana no lo hubiese merecido al ser viciada y condenada por aquel enorme primer pecado» S4 En la Edad Media cultivaron este argumento especialmente los teólogos franciscanos, por agustinianos y por ser más proclives al cultivo de una teología experiencial, tanto hablando de la gracia como del pecado. San Buenaventura, franciscano y máximo agus tiniano de la época, expone con cierta detención y pertinencia este argumento: se pregunta, 4a miseria humana es condición de su natu raleza o castigo del pecado? Los filósofos, reflexionando sobre los constitutivos del ser humano, sobre las leyes de su dinamismo propio, no tienen inconveniente en decir que la miseria humana es connatural al hombre. Buenaventura piensa en los filósofos aris totélicos cultivadores de un robusto empirismo. Ya es sabido que el idealismo platonizante también habla de una caída ocurrida en la prehistoria celeste de la raza humana. El teólogo Agustín expre samente rechaza la existencia celeste, previa de las almas. Siguien do a Gn 2-3 y a la tradición anterior, coloca la caída en la historia primordial cíe la humanidad. Pero, además de la índole penal de la miseria, el obispo cte Hipona insiste en el carácter ‘culpable’ cte tanta miseria. Lo primero ya lo decían sus prectecesores. El caríicter culpable de tal miseria es un descubrimiento cíe Agustín, que ya comentamos. Aristóteles, por tanto, dirá que la miseria humana es ‘normal—connatural’. Platón dirá que es castigo por el viejo pecado. Agustín dirá que tal miseria implica una situación de pecado en el que la sufre, y un castigo divino por un similar «viejo S1 El primer teXto en C. ¡iii. Of). ¡fliper/. III, 89; PL iS. 1286. El segundo 1. c., III, 109 Pl +, 129t CI ib III 61 5 9 202 20 ib Pv 1 PI n 1339

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