BCCAP000000000000021ELEC

81 38 1. Todos los hermanos, sirviendo al Señor como menores, recuerden que, sobre todas las co- sas, deben desear tener el espíritu del Señor y su santa operación. Espíritu de la formación Rom 12,11; CIC 673; 2R 10,8. 2. Procuren, pues, los hermanos, mientras aprenden un oficio manual y adquieren una sólida cultura, hacerse santos y, al mismo tiempo, hacerse competentes en la gracia particular del trabajo. OT 9,15; GS 19; DV 5; IV CPO 49ss.; 57. 3. Los hermanos prepárense para la vida apos- tólica con espíritu de abnegación y de disciplina, según su ingeniosa capacidad. De manera que pue- dan contribuir, con la formación de su personalidad y el desarrollo de su cultura, al bien general de la Orden, de la Iglesia y de la sociedad. 4. Los estudios, iluminados y vivificados por la caridad de Cristo, sean del todo conformes con la índole de nuestra vida. 5. Por consiguiente, los hermanos mientras se entregan al estudio, cultiven el corazón y la mente de tal manera que progresen en la vocación, según la intención de san Francisco, ya que la formación para cualquier tipo de trabajo es parte integrante de nuestra vida religiosa. LM 11,1; 2C 102; 194-195. 39 1. En nuestra Orden apostólica, la preocupa- ción pastoral penetre toda la formación, de modo que todos los hermanos, según la capacidad de cada uno, puedan anunciar con obras y palabras, como discípulos y profetas de nuestro señor Jesucristo, el Reino de Dios, habida cuenta de las necesidades pastorales de las diversas regiones y de la tarea mi- sional y ecuménica de la Iglesia. Solicitud pastoral de la formación OT 4,8; 16; 19-21; PC 2c; 6; 8; AG 26; PO 14; 19; UR 10; CIC 758; 783.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz