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68 CIC 652,4; IV CPO 13-22ss.; V CPO 23; VI CPO 3. 7. Vivir como hermanos menores el uno para el otro es elemento primordial de la vocación fran- ciscana. De ahí que la vida fraterna sea siempre y en todas partes exigencia fundamental en el proceso formativo. IV CPO 80; CIC 654; VII CPO 13; Jöhri reviv. 8. Para que cada una de las fraternidades, y en modo especial las que son específicamente for- madoras, puedan cumplir esta función primaria, es necesario que reciban apoyo y estímulo de la pri- mera fraternidad que es la fraternidad provincial. A través de ella se establece nuestra pertenencia a toda la Orden. Por eso, desde el inicio, los candi- datos deben ser educados en la conciencia de que la Orden constituye una única familia, a cuyo bien estamos llamados a colaborar con sentido de res- ponsable participación. OT 5; Eccl. San. II,36; IV CPO 77; 80ss. Cf. OG 2/7 9. Aunque todos los hermanos sean formado- res, se requiere que haya algunos con mayor res- ponsabilidad. Es cometido del ministro general y su consejo garantizar la autenticidad de la forma- ción de todos los hermanos de la Orden. En cada circunscripción esta responsabilidad compete a los ministros y a los guardianes, que son los animado- res ordinarios y coordinadores del proceso de la formación de los hermanos. Luego les siguen los formadores cualificados que asumen y desarrollan este particular ministerio en nombre de la Orden y de la fraternidad.

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