BCCAP000000000000021ELEC

374 tolado y de, 32,3; con dificultad se puede realizar convenientemente un trabajo sin una formación es- pecífica y adecuada, 37,3; es deber de la Orden ayudar a cada hermano para que desarrolle la propia gracia de, 37,4; los hermanos se reafir- man mutuamente en la vocación y se fomenta la armonía de la vida fraterna, 37,4; la formación para el trabajo y el ministerio esté pro- gramada de tal manera que los her- manos se preparen adecuadamente en orden a los diversos oficios que habrán de ejercer, 37,5; préstese la máxima atención para que la for- mación para el trabajo y el aposto- lado se realice con verdadero espí- ritu de servicio, 37,6; los hermanos procuren hacerse santos y compe- tentes en la gracia particular del, 38,2; los hermanos mientras se en- tregan al estudio, cultiven el cora- zón y la mente de tal manera que progresen en la vocación, ya que la formación para cualquier tipo de trabajo es parte integrante de nuestra vida religiosa, 38,5; se re- comienda que dediquen sus ener- gías a la investigación y difusión de trabajos científicos, sobre todo de asuntos franciscanos, 40,4; la pri- mera escuela de formación es la experiencia cotidiana de la vida re- ligiosa con su ritmo normal de ora- ción, reflexión, convivencia frater- na y, 43,4. – Trabajo en nuestra vida : fomente- mos mediante la oración y el traba- jo en común el sentimiento de fra- ternidad en toda la Orden, 13,3; el Capítulo local, con la aprobación del ministro, disponga el horario de la casa y del, 49,5; asumamos como nuestra tarea especial seguir la pobreza del Señor Jesucristo en simplicidad de vida y austeridad ale- gre, en el, 61,1; con nuestro traba- jo apostólico, animemos al pueblo, 63,1; adquiramos, sobre todo con nuestro propio trabajo, los medios y recursos necesarios para la vida y el apostolado, 67,3; las casas favo- rezcan la oración, el, 73,3; estime- mos también nosotros el, 78,5; vi- vamos y promovamos en el pueblo una auténtica espiritualidad del, 78,6; demos testimonio del sen- tido humano del, 78,7; responde- mos a los desafíos del individualis- mo y de la reducción del trabajo a mero instrumento de provecho económico, 78,7; hagamos lo po- sible para que se defienda siempre la dignidad del, 78,8; es el medio fundamental de nuestra subsisten- cia y de la práctica de la caridad, 79,1; debemos compartir con los pobres el fruto de nuestro, 79,2; de cada uno de los hermanos sea expresión de toda la fraternidad y manifieste el apoyo mutuo, 78,3; los hermanos no se apropien de su, 78,4; guardémonos de hacer del

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz