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349 los seglares franciscanos a fin de que sus fraternidades para que di- fundan el, 155,2; la oblación de la propia voluntad, hecha espontá- neamente a Dios, contribuye mu- cho a la perfección personal y vie- ne a ser para los demás un testimo- nio del, 165,4: ser signo de aquella caridad perfecta que resplandece en el, 168,3; intentemos conducir a todas las personas a formar par- te del, 173,3. Relación , se conduzca a los herma- nos a una viva relación con Cristo, 32,3; de amor entre las Personas divinas es modelo de toda relación humana, 60,1; con la Bienaventu- rada Virgen, 170,2; filial, 61,2; la austeridad nos centra en los valores del espíritu, nos preserva de todo lo que debilita nuestra relación con Dios, 62,3; nuestra misión en re- lación con los pobres, 65,2; vital entre las circunscripciones, 118,2; cualidades peculiares de los herma- nos en relación a las condiciones locales, 138,4; los ministros pro- muevan una fraterna relación con los misioneros, 178,6. – Relación a enviar al ministro pro- vincial de los candidatos : 2/15.4. – Relación trienal : 4/12.2. – Relación económica : 4/12.3. –Relación del visitador delegado : 10/2.1. Religiosos, Religiosas , obedez- camos y reverenciemos al Papa, a quien los religiosos están someti- dos, 11,2; respeto a todos los her- manos y hermanas, tanto religio- sos como seglares, 13,3; la Iglesia reconoce la pobreza voluntaria como signo del seguimiento de Cristo, especialmente en los, 60,4; la variedad de institutos religio- sos que florece también en la Fa- milia Franciscana, 101,1; estemos unidos a aquellos institutos reli- giosos vinculados espiritualmente a nuestra Orden, 101,4; atención espiritual de las, 149,2; trato con otros religiosos que se hospeden en nuestras casas, 104,3; en vir- tud de su especial consagración, están llamados a la gracia de evan- gelizar, 175,2; la meta de la acti- vidad misionera es la promoción de la Iglesia particular, en la que el clero, los religiosos y los seglares tienen su propia responsabilidad, 177,3; los hermanos colaboren asiduamente con los institutos re- ligiosos que, en el mismo territo- rio, se dedican a la evangelización o trabajan en la actividad misione- ra, 180,4; los asuntos de derecho contencioso, sea entre religiosos o casas, sea entre circunscripciones de la Orden, se resuelven con ca- ridad según el derecho y nuestro Modus procedendi , 186,5; valora- ción de las situaciones, históricas, religiosas, sociales, 177,6; bases éticas y, 72,5.