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347 para la, 47,7; son de alabar los her- manos que, en determinadas cir- cunstancias de la región, viviendo con los pobres y participando de su condición y sus aspiraciones, 63,2; los ministros, con el consentimien- to de su consejo, pueden recurrir a los seguros u otras formas de pre- visión social, como los pobres de la, 70,1; eviten aquellos que en la región comportan aspecto de lujo o de lucro, 70,2; al elegir el lugar para una nueva casa, ténganse en cuenta nuestra vida de pobreza y el contexto en el que viven los pobres de la, 73,2; estamos llamados a lle- var el gozoso mensaje de la salva- ción a quienes no creen en Cristo en cualquier continente o, 176,1; los hermanos que, por divina ins- piración, se sienten llamados a la labor misionera en otra, 178,1; la forma de nuestra vida y el patri- monio espiritual de nuestra Or- den deben ser transmitidos y ex- presados según las condiciones de la, 179,4; los usos particulares de la propia región no se trasplanten a otra, 179,4. Regla ( cf . Francisco, S.) – Evangelio, Francisco y Regla : de san Francisco, 1,3; 5,2; 7,1, 175,3; Tes- tamento primera exposición espi- ritual de la, 8,4. – Cumplimiento y observancia de la Regla : 7,3-4, 8,3; 9,1, 22,2; 161, 3185,1; 187,1; 187,2; 188,1; 188,3; obligación que compete a ministros y guardianes según la, 163,2; estu- dio personal y comunitario de la, 9,4; visita pastoral según la, 164,1; norma a observar, 19,2; llamémo- nos todos hermanos, 90,1; oren los hermanos que recitan privadamen- te el Oficio de padrenuestros se- gún la, 49,6; y obras de penitencia, 110,3; lectura de la, 53,5; imposi- bilidad de observar espiritualmente la, 167,1; de la OFS, 102,2. – Regla e iniciación - formación en nuestra vida : los hermanos adquie- ran un sólido conocimiento y ex- periencia del espíritu franciscano capuchino por medio del estudio tanto de la vida de san Francisco y de su pensamiento sobre la ob- servancia de la, 26,5; candidatos, quieren ingresar en la Orden sólo para servir sinceramente a Dios y a la salvación de los hombres, si- guiendo la, 18,3e; y fórmula de profesión, 21,4; nos obligamos a vivir los consejos evangélicos según la, 33,3; perfección evangélica que se nos enseña en la misma, 188,1; renuncia de bienes, eviten, a tenor de la Regla, cualquier ocasión para inmiscuirse en estos asuntos, 19,5; «menores sometidos a todos», ten- gamos estima y honor hacia los de- más, según el consejo de la, 35,5; nuestro hábito según la Regla y la costumbre de la Orden, 35,2; y trato a los enfermos, 92,2.

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