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304 de las realicen los ministros, 27,2; la elección y la designación sea he- cha de común acuerdo por los mi- nistros interesados, 2/8. Fraternidad local ( cf . Casa, Fra- ternidad como Orden, Fraterni- dad como valor), interpélese en los Capítulos sobre la oración comu- nitaria y personal de los hermanos, 55,4; no se apropien de su traba- jo, sino que dedíquense a él abier- tos a las necesidades de la, 79,4; los oficios y servicios deben ser ac- cesibles a los hermanos, 90,3; es una verdadera fraternidad, 118,1; es un grupo formado al menos por tres hermanos profesos, 118,8; el ministro general puede determi- nar que una dependa directamente de él, que dependa de la Conferen- cia, 118,9; todos los hermanos que componen la curia general forman una, 128,1; el estatuto de la cu- ria general defina la índole de esta, 128,3; dialogue y reflexione en co- mún acerca de la idoneidad de los candidatos, 2/15,1; oportunas dis- posiciones sobre el dinero no ne- cesario para las necesidades de la misma, 4/4,1. Fuentes franciscanas , cuidemos el conocimiento tanto de las, 6,12. Fundación v. Herencia Gastos ( cf . Pobreza, Dinero, etc.), a cuánto deben ascender sus reservas para los extraordinarios, 4/4,2; ena- jenar bienes y hacer gastos extraor- dinarios, 4/16,1; se consideran ex- traordinarios, 4/16,3; lo relativo a los gastos que ello comporte, 6/7. Gobierno , la tarea de los conseje- ros es la de ayudar al ministro ge- neral en el, 125,7; dicho conse- jero está delegado para todos los actos de, 126,4; el vicario gene- ral asume el pleno, 127,2; para la elección del ministro general que asume el, 127,4; el vicario tiene el oficio de ayudar como consejero al guardián en el, 140,1; entre toda la fraternidad y su, 143,1; ofre- ciendo la propia colaboración al, 143,2; las estructuras de la Orden, 145,1; la posibilidad de proveer a las responsabilidades de, 8/1; la fe- deración comporta la unificación del, 8/2,2; las facultades necesa- rias para que el gobierno práctico, 8/25,6. Gozo v. Alegría Gracia , especial de la vocación, 16,3; los demás dones de natura- leza y, 19,6; el Señor me dio esta gracia de seguir más de cerca el Evangelio, 21,4; con un corazón li- berado por la, 22,1; los dones de gracia de cada uno, 26,4; según la propia índole y, 32,3; cuán gran- de es la gracia de la profesión reli- giosa, 33,1; un fruto más abundan- te de la, 33,3; con fiel cooperación de la, 44,2; la adoración, la acción de gracias, la admiración y la ala- banza, 46,6; la gracia de la Eucaris-