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301 luntad, 19,6; la vida de las frater- nidades sea cada día más confor- me a Cristo, 23,3; reciban apoyo y estímulo de la primera fraterni- dad que es la provincial, 24,8; ali- mentemos nuestra vida evangélica en, 53,4; la obediencia caritati- va como característica propia de nuestra, 89,4; la precedencia nece- saria para el servicio de la, 90,2; la diferencia de edad en nuestras fra- ternidades contribuya a la concor- dia de los espíritus y a la integra- ción mutua, 91,1; al constituir las fraternidades presten atención a la índole personal de los hermanos y a las necesidades de la vida y del apostolado, 94,1; participen de los actos comunes de la, 94,3; admitir en ellas laicos, 95,4; no encierren su caridad dentro de los muros de la casa, 95,5; haga un discernimiento sobre el uso de los medios de co- municación social, 96,2; procuren dar a conocer los hechos más rele- vantes de las, 96,3; los que van de viaje acudan a las casas de la Or- den y tomen parte en la vida de la, 98,2; siéntanse siempre unidos a la, 99,2. Fraternidad (como Orden), Or- den, Nuestra Orden, Orden de Menores – Francisco fundador de la Fraterni- dad y la Fraternidad en general :, 1,3; se inició así la Fraternidad de los Menores, 4,1. – Fraternidad y formación : la elec- ción de las casas y la designación de las, 27,2; incumbe la tarea de la iniciación a nuestra vida, 28,2; el candidato es integrado gradual- mente en la, 29,2; la fraternidad conoce mejor al postulante, 30,2; el inicio del noviciado se realice dentro de la, 31,2; el programa sea orgánico, dinámico y completo, a la luz del Evangelio y del espíritu de la, 43,3; Colegio internacional de Roma para fomentar el espíritu de, 43,7. – Fraternidad y oración : deseando sobre todas las cosas el espíritu del Señor y su santa operación en la vida de nuestras, 45,8; Eucaris- tía y Oficio divino que san Fran- cisco quiso que informaran toda la vida de la, 47,2 celébrese todos los días en nuestras casas la misa de la, 48,2; ante Él oremos fre- cuentemente con fervor, 48,4; re- únase a diario toda la fraternidad para dar gracias al Padre en el Es- píritu Santo, 49,3; en la comunión del único pan partido para fortale- cer nuestra vida en, 52,2; dándonos tiempo para compartir la Palabra de Dios y dejándonos interpelar por ella, 53,4; hagan realidad la primacía del espíritu y de la vida de oración, 55,1; local interpéle- se sobre la oración comunitaria y personal de los hermanos, 55,4; que se dediquen a ser auténticas