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300 y la salvación no sólo de palabra, 107,1; vivamos cerca de los her- manos necesitados, 108,3; hemos elegido la estrecha vía del Evange- lio, 109,6; yendo al encuentro de los que están marginados y priva- dos de todo recurso, 110,6; prac- tiquemos también la mortificación voluntaria, 112,2; sobre todo para los enfermos tengan presente el precepto de la caridad, 112,3; los confesores tengan presente de no airarse ni conturbarse por el peca- do de alguno, 115,4; fuesen por el mundo predicando la penitencia y la paz, 146,3; no temamos procla- mar el deber de promover la con- versión, 147,5; en la vida apostóli- ca se requiere un ánimo dispuesto a soportar la cruz y la persecu- ción, 147,8; prediquemos la pala- bra del Señor con lenguaje claro, 150,3; asumamos gustosos la asis- tencia espiritual, y aún corporal, de los enfermos, 153,1; sean signo e instrumento del amor de Dios que acoge y perdona, 163,1; nues- tro comportamiento con las muje- res, 173,4; dejando a un lado toda otra preocupación y todo afán, sir- van, amen y adoren al Señor Dios, 174,1; los misioneros vivan espi- ritualmente entre la gente, 177,1; conservemos hasta el final la fe que hemos recibido de Dios, 182,1. – Veneración a san Francisco : siguien- do la Regla, el estilo de vida de san Francisco y nuestras Consti- tuciones, 18,3e; la intercesión de nuestro Padre, 21,4; fomentemos y promovamos la devoción al Pa- dre, 52,8. Fraternidad (como valor) , Comu- nidad, Fraterno ( cf . Amor, Cari- dad, Fraternidad como Orden) – Fraternidad en Cristo y en Francisco : reconocemos los rasgos esencia- les del carisma, 4,2; el sentimiento de la, 13,1; el Padre ha enviado a su Hijo para hacer del género hu- mano una, 88,2; Francisco suscitó una forma de vida evangélica que denominó, 88,6; quiso que tam- bién su fraternidad viviera y actua- ra entre los hombres, 106,2. – Fraternidad en nuestra vida : el pro- yecto de vida de nuestra, 5,2; cui- demos y desarrollemos el patri- monio espiritual de nuestra, 6,1; de peregrinos, 16,5; todo herma- no es motivo de alegría y al mismo tiempo estímulo, 28,1; llamados a las sagradas órdenes teniendo en cuenta el carácter de nuestra, 39,4; haremos de nuestras frater- nidades casa y escuela de comu- nión, 94,4. – Fraternidad en nuestra actividad : fomentemos mediante la oración y el trabajo en común el sentimien- to de, 13,3; manifestamos el espí- ritu de nuestra, 14,5; poner a dis- posición de toda la fraternidad los recursos de entendimiento y vo-

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