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294 de, 65,1; al profesar esta forma de vida, constituimos realmen- te una Orden de Hermanos, 88,7; primeros animadores y custodios de nuestra, 94,2; nuestra misma vida consagrada a Dios es una ex- traordinaria forma de penitencia, 110,4; robustecidos en el compro- miso de fidelidad a nuestra, 114,3; se conformen con nuestra forma de vida y respondan a las necesidades de la Iglesia, 147,6; podamos dar más fácilmente testimonio de mi- noridad y llevar una forma de vida y de trabajo en fraternidad, 154,3; la forma de nuestra vida y el patri- monio espiritual de nuestra Orden, 179,4. – « Nuevas » formas : esforcémonos en buscar formas apropiadas para realizar con fidelidad nuestra, 6,3; ejercítense en diversas formas de apostolado y de trabajo incluido el doméstico, 32,3; la minoridad exi- ge la renuncia a cualquier forma de prestigio, de poder, de dominio so- cial, político o eclesiástico, 62,4; se evite toda forma tanto de privi- legio como de igualitarismo, 64,3; mediante formas acomodadas a la evolución de los tiempos y la diver- sidad de lugares, 65,1; los de más edad acepten las nuevas y sanas, 91,3; a la renovación de nuestra, 125,1; una mayor coordinación de las formas de testimonio y la for- mación franciscana, 144,6; las ca- racterísticas propias de nuestro ca- risma en las formas más adecuadas a las condiciones de los tiempos y lugares, 147,1; asumiendo tam- bién nuevas formas de apostolado, 149,3; mediante diversas formas de actividad apostólica, 155,2; de- finan y concreten formas particula- res de presencia entre los pobres, 4/1. Formación, Educación ( cf . For- mando, Iniciación, Estudio, etc.) – Formación en general : es un itinera- rio de discipulado, 23,1; debe pro- longarse a lo largo de toda la vida y abarca a toda la persona, 23,2; tiende a que sea cada día más con- forme a Cristo, 23,3; se realiza en dos fases: inicial y permanen- te, 23,4; es una acción del Espíri- tu Santo, 24,1; condición favora- ble la cercanía al pueblo, 24,3; es compromiso prioritario 24,4; exi- ge la colaboración de los forman- dos, 24,5; todos tenemos siempre algo que aprender y que enseñar, 24,6; el ministro general garanti- za la autenticidad de la formación, los ministros y a los guardianes son los animadores del proceso, 24,9; se provean estructuras educativas adecuadas, 25,2; grupo de herma- nos responsables que trabajen con criterios coherentes, 25,3; los mi- nistros provean de un número sufi- ciente de formadores, 25,4; los se- cretariados para la formación son

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