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292 familiaridad con, 103,1; eventua- les necesidades espirituales o ma- teriales de la, 103,2; las buenas re- laciones con la familia de origen ayudan a nuestro crecimiento ar- mónico, 173,6; se celebre en nues- tras fraternidades la conmemo- ración de todos los hermanos, las hermanas, los familiares y bienhe- chores difuntos, 3/2,1. Familia franciscana , tanto reli- giosos como seglares, que forman con nosotros una única, 13,3; pi- damos a Dios por la familia fran- ciscana y los bienhechores, 51,1; expresemos nuestra solidaridad a todos los hermanos y las herma- nas de la, 72,4; florece también en la misma y única espiritual, 101,1; dentro del ámbito de la Fa- milia franciscana ocupa también un puesto especial la OFS, 102,1; en virtud del común carisma y de la comunión de vida de la, 102,3; ayudemos al desarrollo de todas las expresiones de la, 179,2. Familiares v. Familia natural Familiares consagrados , el mi- nistro puede admitir entre noso- tros a seglares en calidad de fami- liares consagrados de por vida a Dios, 6/3,2. Fe – Iglesia y comunidad de fe : llega al conocimiento de Cristo y recibe con fe sus hechos y palabras, 1,2; profesando nuestra fe en la Iglesia, 10,6; en espíritu de fe y en el amor de Cristo, 12,2; con fe y voluntad firmes, 21,3; prometido con espí- ritu de fe y de amor, 22,2; la fe en Cristo resucitado sostiene nuestra esperanza, 51,2; unidos por la fe en Dios nuestro Padre, 88,8; comien- za por la fe y el bautismo, 109,2; aceptémoslas con espíritu de fe y con simplicidad, 145,3; se requie- re un ánimo dispuesto a sopor- tar la cruz y la persecución, hasta el martirio, por la fe y la salvación de los prójimos, 147,8; con la obe- diencia de la fe al designio amoro- so del Padre, 158,2; en la Iglesia, comunidad de fe y de amor, 175,2. – Vida de fe de los hermanos : mante- ner vivo el sentido de la fe y de la comunión eclesial, 161,3; presten obediencia activa y responsable a los superiores con fe y amor a la voluntad de Dios, 165,3; conser- vemos firmemente hasta el final la fe que hemos recibido de Dios, ac- tuemos de modo que la fe inspire cada vez más nuestra vida, 182,1; la fe se fortalece dándola, 182,3; debemos observar la Regla con simplicidad y fe católica, 185,2. – Difusión y práctica de la fe : en los que los ojos de la fe descubren el plan de Dios, 149,1; quienes es- tán lejos de la fe y de la prácti- ca religiosa, 149,3; realicemos la catequesis de la fe con métodos apropiados, 150,6.