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272 ranza y de la paz a través de la, 50,2; progresaremos en la, 81,4; el gozoso mensaje de la, 106,2; esta conversión en una nueva creatura que comienza por la fe y el bautis- mo, 109,2; una vida de, 109,4; em- peñémonos constantemente en la propia, 109,7; la penitencia, como éxodo y, 110,1; movidos por el es- píritu de, 110,3; sigamos el mismo camino de san Francisco, 110,6; obras que ayudan a la, 111,6; sean siempre expresión de un camino de, 113,3; consciente de la dimen- sión social de la, 114,6; el deber de promover la, 147,5; el camino de la conversión del amor egoísta y posesivo al amor oblativo, 172,1; sus hermanos sean alegres canto- res de la, 173,2; avancemos por el camino de la, 184,3. Convivencia fraterna , los can- didatos sean por su carácter idó- neos para la, 18,3a; la vida religio- sa con su ritmo normal de oración, reflexión, 43,4; una conveniente re- creación en común para favorecer la, 86,1; en la convivencia fraterna y en el apostolado, 95,4; cultive- mos la vida de oración y de estu- dio, 157,4. Cooperación v. Colaboración Corazón , el Evangelio llevémoslo en el, 1,5; amemos y obedezcamos al ministro general, 12,1; peniten- tes de, 16,5; me entrego de todo corazón a esta Fraternidad, 21,4; unirnos a Cristo con un corazón li- berado, 22,1; fecundidad en un co- razón indiviso, 22,4; de corazón, de palabra y de obra, 35,4; culti- ven el corazón y la mente, 38,5; de caer en la apostasía del corazón por uno mundano, 44,3; puros de, 44,4; aceptémonos mutuamente de, 89,1; tengamos un solo cora- zón y una sola alma… amémonos de, 89,2; con caridad fraterna y, 98,1; la penitencia es una actitud del, 110,1; sanara a los contritos de, 146,1; cercanos al pueblo sien- do sencillos de, 149,7; sembrado en el corazón del hombre y en la armonía de la creación, 156,1; pro- cediendo con verdad y sinceridad de, 168,1; nos proporciona una li- bertad de, 169,5; unamos nuestro, 170,1; puede saciar el, 170,2; re- conocer y aceptar con, 171,1; la soledad del, 171,3; dominio de los sentidos y del, 172,8; sirvan, amen y adoren al Señor Dios con puro, 174,1; podamos seguirle e imitarle con suma generosidad de, 189,1. – Corazón y castidad : háganlo con limpio corazón y mente pura, 59,1; aceptando con abierto y dócil co- razón la llamada, 59,2; la humidad del, 60,6; los lazos del, 77,1; la con- versión del, 81,4. – Corazón y oración : la voz de Dios que habla al, 45,1; en nuestro pro- pio, 45,2; clama en nuestro, 45,5; orando siempre a Dios con puro,