BCCAP000000000000021ELEC

206 Cristo es todo para nosotros Is 9,5; Mt 11,30; Lc 2,32; 3,6; Rom 10,4; Heb 28,28; LM 10,3. 189 1. Más aún, Cristo, que es luz y esperanza de las gentes, fin de la ley, salvación de Dios, Padre del siglo venidero, Verbo y virtud que todo lo sustenta y, finalmente, esperanza nuestra, en quien todas las cosas son posibles, llevaderas y suaves, y que cono- ce nuestra fragilidad, no sólo nos dará fuerzas para cumplir sus mandamientos y consejos, sino que de- rramará también sus dones celestiales en tal abun- dancia que, superados todos los obstáculos, poda- mos seguirle e imitarle con suma generosidad de corazón, como peregrinos que se sirven de las cosas visibles aspirando a las que son eternas. Sab 7,26; Jn 1,9; 5,37; 15,26; 1Cor 1,30; Heb 1,3; 10,42; LM 9,2. 2. En Cristo, pues, que es Dios y hombre, luz verdadera y esplendor de la gloria, candor de eter- na luz y espejo sin mancha, imagen de la bondad de Dios, constituido por el Padre juez, legislador y salvación de los hombres, de quien el Padre y el Espíritu Santo dieron testimonio, y en quien están nuestros merecimientos, ejemplos de vida, soco- rros y premios, hecho por Dios sabiduría y justicia para nosotros, pongamos todo nuestro pensamien- to y nuestra consideración e imitación. Ap 5,13. 3. A Cristo, finalmente, que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo, coeterno, consubstancial, igual y un solo Dios, sea sempiterna alabanza, ho- nor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz