BCCAP000000000000021ELEC

104 VI CPO, Prop. 9. 3. No obstante es claro que la opción prefe- rencial por los pobres nos interpela como fraterni- dad y exige acciones concretas comunitarias, fruto de iniciativas consensuadas. Pobreza y vida común CIC 602; 607,2; 619; VI CPO 4. 64 1. Observemos la vida en común y comparta- mos gustosamente entre nosotros lo que cada uno recibe. CIC 619; 668,3.5; 670. 2. En razón de nuestra profesión religiosa, es- tamos obligados a entregar a la fraternidad todos los bienes, incluidos los salarios, pensiones, subvencio- nes y seguros que percibimos por cualquier concepto. VI CPO; VII CPO 9. 3. La fraternidad provea a cada hermano el alimento, el vestido y lo necesario para ejercer el propio oficio. Evítese toda forma tanto de privi- legio como de igualitarismo, para respetar la igual dignidad de todos los hermanos. Además, téngase siempre presente que nuestro estilo de vida debe constituir un testimonio de pobreza evangélica, de minoridad y fraternidad según los diversos contex- tos sociales y culturales. CIC 619; 2C 185. 4. Los ministros y guardianes resplandezcan ante los hermanos por el ejemplo de minoridad en la guarda de la pobreza y promuevan su observancia. Comprobación de nuestra vida de pobreza PC 13; PO 17; Eccl. San. II,23; CIC 282,1- 2; 578; 586,1; 587,1; 600; 631,1; 635,2; 640; I CPO 3,2ss.; 8; VI CPO, Prop. 12; 2R 4,2. 65 1. Puesto que la pobreza evangélica es un ideal esencial de nuestra forma de vida, tomemos decisio- nes, tanto en los Capítulos generales como provin- ciales o locales, sobre la manera de guardarla cada día con mayor fidelidad, mediante formas acomodadas a la evolución de los tiempos y la diversidad de lugares y, por lo mismo, susceptibles de reforma.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz