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-11- nna oficina y el sagrado a.<;ilo del hogar domestico. ¡Fu– nesta persecucioll, mil veces mas temible y mas dafiosn. que In pel'secllcion á sangre y fuego! Es verdad que la cumb:'e del Capitolio no se ha alumbra– do con alltOl'chas formadas de los cuerpos "ivos de los el'is– tianos. y que el pueblo no se divierte contemplando entre Ins gan'as d~ las fieras las entl'auas pal pitantes de los mar– til'cs; pero ¡ah! con estas Cl' llCldades. el mundo pagano se vino á arrodillar ante la Cruz, mientl'as que con b\ seduccion y la corrupcion, muchos qu e lle"al1 ia se i1:'tl de Cristo, ado– ran el ídúlo que abominal'ian con desden . si el brazo armado dellictol' amenazara descargar sobre su cabeza. Si n em· bargo. para que no falten escenas dignas de NCl'on y Dio– cleciano. todos hemos oido bajo del sagrado alt¡)r las voces de los q ne fueron mu~rtos por la pal abl'a de Dios y por el testimonio que tenian, y hemos visto sus cuerpos ensan– grentados sobre el pavimento del templo al siniestro fulgor d e sus bó\'edas incendiadas. La combinacion de tantos medios aplicados con tenaz perseverancia á un excl usivo objeto. acabal' completamente con elrcinudo de Jesucristo . no ha podido menos de pro– ducir se nsibles y lastimosos efectos. Muchas almas han caido miserablemente en las temerosas redes tan insidiosamente pI'epuradas, La santa Iglesia conb'a qUien se han dirig ido los ataqnes mas ¡'lldos se encuentm desnuda: ha. sido violentamente despojada ele sus vestiduras sobre las que se han echado suertes. Abandonada si n umparo ni apoyo á los escarnios é insul. tos de sus enemigos. Unos pasan junto:í. ella, la mil'an y se burlan, hablan con los labios· y menean la caueza. Otros por mayal' impropel'io afectan una irt'isol'ia eompasion y murmuran en voz baja como si ensayaran el cántiCO mor– tuorio al rededor de sn sepulcl'O . QtI'OS mas impacientes se irritan á su vista y gl'i tan cnfurecido:-:: tolle. tolle; que sea cl'ucificada. Coartada en s u legít ima accion: con dolol' de consumi l'Sc y pel'ecer ante s u misma pI'esencia objetos vitales y propiúr.; de sus cuidados; pel'o s us manos estan atadas y no puede socorrerlos y salvarlos. Pl'ivada de sus mas fieles y amorosos hijos: los asilos santos donde con ellos se albel'gaban la ciencia y la virtud. han sido destruidos ó profanados, mientras andan errantes