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-,,¡- pa.stor de almrts. Puro sobremanel'a. g¡'nto nos ha sido reco– nocer que fervoroso celo te anima para el desempeño de t lt min isterio; pues no se te oculta, \' cllera ble Hermano, en que turbulentos y calamitMos tiempos \'¡vimos. A ~i pues te cs– forzilmos . pal'il qut:: confiado en el 3u!<i¡io divino y traba– j;mdo como uue!) soldado ele Je¡:ucl'isto. puedas llenar cOn 'act iddild y etiuic ia todos los dübl'l'cS de tu import,llltisil1lo cargo . sie1/do j,(Wft ti la JwillciJlal mim el ('1/uodi{f1' COi/. Jodo esmero JI diligencia in/elFO é inviolf,ble el depósito (le Ilnestm sontisiwvl fé. y sustental' y defendCl' ti todo t1'aJ/ce lt7. Cflusa de la Iglesia e iólica con sus derec!ws, su libe1'tad JI sn docti'ina. , Ejel'cita pues toda t u solicit.ud pnra que los ccle!>i;isticos en continua p I'esencia de S1l "0- cacion, oficio y di<l''lnidad sean ¡J<l.t'<\ el pucblo cl'i.'ltiallo "ivo ejemplar de tod as <1>; viltndes, cumpla n con di lige ncia y sUHtid ad los debCl'es propios de su ll1itli.'lt crio, se dedique n ti la oraeiotl, cuiden r on todas sus fllcl'Z :lS de la sahaciOIl de las almas y cultiven sin Cesar, con ]>re fe rl1 l1cia á tod(\ otl'O estudio, el de las (' icucia..; S'l g'I':\das;.Y cn ll l)ciüllril) tú mismo de cuanto intt~l\;:s c .'; para la Iglesia, SOUI'C todo en C.'ltos calam itosos tioJmpos, contar co n ministros idólleos a. cuyo g'l':ldo '':010 es (lable sean elevadus los cl~rigos 5u6- cientolllente dispuestos, <leI)es en consccu(~ ll cia dil'igil' pri n– cip al mente tus propós itos a que los .i ó\'enes dosti¡¡¡ldos al minist.el 'io de la rglesia ya desde .'l ,l;; mas tit.ll 'lloS años con– tl'aigan pOI' medio de macstl'Os pl'obos el espiritu eclesiás– tico. y se ks ¡¡l.'lb'uya COII torio esmero eu las letras y doc– b'inas, pl'inci1l<\lmt.lnte las sagrada s, libres y ex entas d~ toJo crl'Ol'. Con ig ual vigilancia procul'a q ue la juventud de ambos sexos se aco.'ltulDlH'e a la fJi edad , :i la houestidad en todos gUS act os , y ó la Imictica de las virtudes, .r soa im>.tl'uid;l eu los santí.'lirno;c 1H'eceptos de nu('stl·;¡ divina Hz– ¡igioll. Y no perdones med io pal'a q ue los fieles qu e te han sido cllcomclHlados, cada dia mas penetrauos de las máxi – mas de la fé, Y confil'mados pOI' los dones de la g l'ac ia , allden con ¡lespejad/) paso por los cam inos del SellO!', y no se aparttlu del se ndcro q lie condliM :i la vid a , Tú no dejas de conocel' los mOllstruo.~os abortos de las o piniones, COll que l~s enemigos de Dios y de los hom bl'cs en estos tri.'ltísi– mo s tlCmpos se esfuerzan en corromper, depravar y armll– cal' las alma!'; del .'letlo de la Rel ig iull catól ica: pOI' tanto, pues, 1/0 ceses Vene¡'fl ble Hm'rila iw. ({si de palabra couw lJf)}' eSCí'ilo . de desclIbri1'lllS Ilseclum:.os dI' esos euemigos,