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- 34- . dante y prepotente. no nos babia de faltar el n lo l' para acometer pOI' segunda VC:l la empresa de ccha\' sobre nu es– tros déb!les hombros la q ue ~on l'azon apcll!(,lan 105 :-::a llto,; J'ndl'CS mmensa mole del Episcopado, cJcrclCndolo en esta vasta Di ócesi!'; y para cuyo desernpcüo contam os , dcr;pucs de los au '\ilios que nos pL'ometcrnosdc los montes santos, it donde se aJí:a!} de continuo nuc,:;tl'OS ojo!';, con la sincera y acti va coopel'ac ion de los que ojos nuc.-tras)' mUllOS TIlieS– tras prop iamente son, nuestros hermanos . los Sacerdote.!'; t.odos (le e.:;ta Diócesis . y con la defen::nc ia y lmeJH\ yolulltad de nuestros amados hijos, el resto de los fieles. y la pct'plej idad, y las d ud<l s ..y la pc.:mdumbt,c. que nos abl'umaba n al consentir en la dolm'osa sepa racion de ¡<lS que podemos llama!' ll11cstn~s pritlli cias en el Ep iscopado, se han desvanec id o completamente, euando l'efo;igna dos y su– misos á las di~posic¡ ones d~ que hemos s idu ou je to. las pri– mOl'as sensac iones han cedido ellugur a otrafo; de distinto órden , á un a san ta aleg1'Í:l. á una satisfaccion si n límites , y hasta ú. un fCl'vcntisimo deseo rl e estrecharos cntre lluestt'OS patel'nal es bl'uzos, y comun icnros en Jesuc:'isto los ¡¡maute" latidos de nucstro COI'<lZon, al cOllsidcl',It' ]Ufo; {'dices dit:posi– d ones del pu cblo que el Di os omnipoteutc'y co rno Ó¡'gan o suyo en la tiC]Ta su venet'alJlo ViClll'io, han puesto uaj o llUCi,:tro ¡.. ~gi tll e n y di¡'cceion pastoral. La re ligiosidad, ]a homndez, la ingenuidad de IlUCSt.I'O.~ nu evos diocesanos. ;l qui enofo; por conn a tlll'aleza, de que n03 gloriamos, hemos tenido ya lllga r de conocer, 1l0S dan del'echo á espcl'ul' que no menos ~n n uestro pontificado que en los 311tol'iol'es , se m ostl':l1'fll1 pUl'a con su P¡'olado, dignos, s umiso!; , dóc iles. revc¡'cntes, li cIos consel'\'udol'cs de las tradi ciOlles qn o t allto le,. hom an y qlle en el declIf!-:o de los siglos han d ado al ]';s– tado Va]'Ol1eS eminentes capaces de :lyndal' al mona¡'ca á !Sost.ene r el peso el e h\ COrona, y Ú la Igles ia santl's iltlstrcs QUo \'e llúl'alllOS en los altal'e~. Acostumb¡'ndos como e;;:taba– mos en nne;;:t¡'a \11'il1lcra Diúcc~is á l'ecibi¡' á mallOS llenas el trihuto de la (oc ilidad, del respeto'y amor de aquellos inol vidables fieles, sc nos haria ahol'H mu cho mao: se n~ible euah¡uier,dcsv ío PO]' p;u'lo do los do c¡ ;t.ap! ó('csis , á quienes en e ansm que'nos devol';} de ¡'cr o¡;er up¡mos fl'\ltOS de su pied;\d y demas "i¡tudos, no podeml)": dej ar de rogar con el apÓst.ol San Pahl0 iL los {,¡'iS1 ian (l~ de Etúsn, No,.:, !J¡'/.!o"iolleJ'ú {!Jt el Sr. -ii.OI' , EGO Vl:\CTU8 1" TlÚ\¡¡ ;o.IO , 11(1' ff¡{(ltm 1:f¡IitO co 1- 'V'lene (¿ 1ft 'COl:aúon ('Olt 'lit(' ¡t'ln sido llamados, con loda

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