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lea pOli/Uf tJ/ IliL.i" signum cuí con· Iradi¡;tlur, lié aqui que esle eslá pueslo plIra lebll ~ la que se bará contradlcclo~. (Lue. !i!. 3'.) E stas profeticas palabras que el anciano Simeon pronun– ció en el templo al recibir en RUS brazos a Jesucristo niño. a quien se dirijian, no han dejado de tener siempre, como todavía. tienen , un terrible yexacto cumplimionto.•Jesu– cristo ha sido constantemente ese signo ó blanco de con– tradiccion. La persecucion inaudita que , apenas venido al mundo , inició contra el Herodes el impí o, aun no ha cesa– do, porque Herodes se ha perpetuado en los enemigos de Jcsus, cmpeflados en hacerle morir, con el propio fin que aquel tirano lo intentara; para que no reine en Sion. Al

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