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-18- blecer enü'c nosotros la comunidad de los divinos consueTos . UebosanJo en estos sentimientos. deseaba '1JfJI'OS, 05 dil't:mos con el Apóstol á los fieles de Roma. pWNl comunicaros al· guna /lracia espirit1eal con g1te seais cOllfl1'mados: esto es, para consolarme j untamente con 1/0$Ot-/'08. p01' afJ1eellafé que tenemos los unos y los otros, 1iuestra.v 1)Úa . Sí: pOI' vuestro apacible tl'ato, por la dil'cccion que de vuestro celestial ministerio nos está encomend ::ula, canfia· mas se realice ese nuestro consuelo, esa santa comunicacioll el e apostólico aliento que nos es necesario. pura encaminar nuestra gl'cy pOI' senderos fác iles. ,seguros y enderezados al bif'o, salvarla de los an imales dnilinas (de los hombre!'; de }lcrdicion decimos) q ue la acechan rugiendo para devorarla, apacentarla en frescas y saluuables pl'adcl'as, desvüll"la de las honuonadas de muerte donde el be leüo y la cicu ta cre– cen, y guarccerla con esmcro de la tcmp eslad en el apI'isco de vida, bajo el cayado del Supremo Pastor Jesucristo que está en los Ciclos, y ele su Vicario el Romano Pontífice en la t ier l'a, Hora es de esplotar, avivándola, en beneficio de la huma– nidud, la fé que todav ía hay en ISI'ue!. La humanidud ade– lan ta por la senda de las mej oras materiales, es indudable; y CalDO no hay en el homb l'e dos entendimi entos, si no uno solo, ved todas sus fuuI'zas aplicadas hoy dio. por una g ran general idad á este solo y esclusivo objeto, No abandúlleis vosotros la empresa de abl'l!' junto á aquella senda la del mejol'amiento moral, ('1 cultivo de los sen timientos del co– raza !! , la pel'feccion de las facultad es del espíritu, la salva– cion del alma , ~ras q uc vuestro PI'clado, os lo I'eciamul'ú algun dia el mundo ti. voz eu gl'ito, Grandes son por tanto vuestros deberes, amados hOI'manos nuest ros, y á su exacto cumplimiento teneis que sujetal' Vue:itl'us acciones, vuestra con(lucta , vuestras propósitos y toda vuestra vida, Guál'de~ nol'; Dios de exigirlo todo de cada uno de vosot1'OS, Sabemos bien que las Ilecc<; jt!udes del plleblo fi el son muchas. y tambicn son muchos los ministerios , unos mas visibles. n6 mas distinguidos que otros; los quc de ellos son mas mel'i– torios, Dios lo fiabc . Nos, vuestro PilstOt' amnntísilllo, e( {¡Itimo como fiamos de lo~ Si(,I'VOS de Dios , á su (jemplo, 110 entendemos de acepeion de pCI'sonas; h~\.~tn en In última tic las lilas del Sacc l'docio, en el humihle destino de tilla tenen~ cla ó coad iutoria. de un !3cncfir;io simple ó mral, I~cono­ tcremos el verdadero trabajo, sabl'émos apl'eciar al que me~