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A. CAMPIÓN 251 tumbar el fruto. Al mismo tiempo Je decía, riéndo– se á carcajadas: -Mucho me alegro, mucho, mucho te conoser. Tomasha, riéndose también y dándose de palmo– tadas en el muslo, gritó: -Es Marchiku! No sabe ni media palabra en castellano! Lajumera arrugó el entrecejo y retiró la mano. - Bruto! me la vas á descuajeringar . -Tehas tomao mal? Tú, piño, señorito, eh? Nos- otros tira que tira-replicó Marchiku sin cesar de reírse. -A gusto te metería en varas! Acabas de casar– te, y dejas la novia y te vienes á la ciudad cortejan– do á la cuñada? Lárgate de aquí aprisa~ no sea que á la vuelta te encuentres con el sitio ocupao. Tomasha se entristeció al observar . el semblante fosco de su marido. - Yo quería haser la vuelta antes de oscuro, se– gún te prometí. El padre muy á gusto estaba con los viejos; éste me ofresió acompañar ..... En cuatro brincos volverá ..... Y bajando la voz, añadió: - Ofrése!e un vaso de vino. - -No me da la gana- contestó Perico áspera- mente;- lo que le sobra es vino; está curda. - Pues vasío no irá-afirmó resueltamente To– masha.-Qué dirían, despachar así el primer ves que viene donde nosotros? El instinto de la hospitalidad baska se sublevaba en Tomasha. Desentendiéndose del enojo de su marido, presentó una chopera á Marchiku. 1:ste se la bebió de un trago. -Buena noche!-dijo.-Voy; la novia sin poner errechiñ . · Apenas desapareció velocísimo por la puerta, La– jumera, trémulo de ira, se abalanzó sobre Toma-

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