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242 LA BELLA EASO solidaridad ,,, á tres días, y se negó á adelantar jor– nales "sin interés,,.-"La propiedad corrompe,,– pensaba entre sí Lajumera:- "antes era yo más ge– neroso,,. Escribía artículos para todos los números del se– manario socialista: artículos de combate, violentos sañudos, descaradamente revolucionarios. Las "lá~ grimas,, y los "sudores del pueblo,, brotaban á raudales de su pluma. El emburgucsamiento per– sonal y los asaltos á la burguesía progresaban ar– mónicamente. Pensó en redondear su campaña periodística con una carga feroz contra el clericalismo: la caza al "clerizonte,, congrega muchas escopetas, distrae de otros asuntos más difíles ó arriesgados. La Iglesia es buena pagadora de vidrios rotos. A su costa se gana fácil reputación de radical, siempre aplaudida por las "localidades altas,,. Ahí estaban los "tripu– dos,, de la Residencia y los "barbones,, de Fuente– rrabía, pidiendo á la democracia una carrera de ba– quetas. Escribió un artículo sobre "La ola negra.,. A tiempo reflexionó que las olas negras se llevaron á Florentina: ¡no se la devolvieron ahora por des– pecho! Si en el tinte de las telas entrase, á calidad de ingrediente, la saña de cura, no se desteñiría ja– más. Esto le habían enseñado sus libros históricos y filosóficos,que eran la crema de la sapiencia eu– ropea. Tuvo una inspiración feliz, llevó á cabo una obra maestra: la huelga de los braceros ocupados en el encauzamiento del río, proyecto póstumo de Guzi– rako. La huelga estalló en el momento "sicológico,,: urgían los trabajos y alcanzó la victoria. Al cabo de media semana cedieron los contratistas, aviniéndose al aumento de jornal y á la reducción de jornada. Perico se movió extraordinariamente, discutiendo con los patronos, conferenciando con el gobernador

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