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A. CAMPIÓN 233 bre á hombre; no se fije en mis colorines..... Mi simpatíapersonal se la ha ganado usted. -El alcalde queda plenamente satisfecho, pero el padre lleva clavada una espina..... De las pala– brasde usted resulta una cuestión personal pen– diente. - Sí: hemos aislado el fuego sin apagarlo. -No bastan mis explicaciones, mis excusas? Con ellasdebiera de terminarse todo. -Es materialmente imposible: dos asuntos dis– tintos requieren dos soluciones distintas. El artículo nos disgustó, nos previno en contra de Ja yápolis; reflejaba,al parecer, cierto estado de opinión hos– til á la Marina. Hay frases que no las inventa un escritor, por muy ingenioso que sea; frases marca– das con un indefinible sello de autenticidad..... En todas partes nos han recibido con entusiasmo; la mismaBarcelona, con ser lo que es..... Figúrese us– ted el efecto que nos causaría, en la última etapa de un viaje triunfal, recibir semejante bomba, dispara– da por el hijo del alcalde y cargada, según afirma el artillero, con metralla recogida en los salones del Casino! Esto se puso muy serio..... Pero en fin, se arregló á maravilla gracias al tacto de ustedes. El insulto es un acto personal, sin raíces en la opi– nión: luego su autor ..... No tiene vuelta de hoja. -Mi hijo es un muchacho inexperto ..... -Repite usted el mismo calificativo de que yo me serví. - Víctima de una exaltación deplorable..... Igno– ra el manejo de las armas..... Un duelo, siempre cosa irracional, en las condiciones indicadas consti– tuiría un abuso de superioridad bochornoso..... Qué honra es capaz de devolver? El almirante hizo un gesto que significaba: "la opinión reinante es otra; ni usted ni yo la hemos de modificar,,.