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A. CAMPIÓN 221 II Oficialmente se anunció que la escuadra de ins– trucción, á ias órdenes de l almirante Mazarredo, fondearía en aguas dejayápolis el día 28 de Agosto. La formación de la escuadra respondía no tan sólo al objeto indicado por su nombre, sino al de– seo de levantar el espíritu público, decaído por la catástrofe colonial. Los directores de la opinión y los primates de la política estimaban que el pesi – mismo era más dañoso que un ejército extranjero acampado en el centro de Castilla. Los detractores de la leyenda de oro, los que se proponían cerra r con triple candado el sepu lcro de l Cid y condeco– rar el escudo español con divisa tomada á D. Qui- · jote moribundo, "en los nidos de antaño no hay pá– jaros hogaño,,, preparaban sin querer lo la abdica– ción definitiva de su patria. Un pueblo .necesita te– ner fe en sí mismo , so pena de renunciar á su in– fluencia en el mundo. La frase de D. Práxedes, "aquí no ha pasado nada,,, materia de sangrienta crítica por parte de los miopes é impresionables, procedía de la misma cepa que el "no importa,, de la guerra de la Independencia. Expresaba el opti– mismo heroico, vigoroso é indomable que á la pos– tre triunfa. La escuadra venía circunnavegando, desde Bar– celona, las costas hispánicas. Las ciudades del lito– ral la acogían con grandes festejos: nos quedaban aun barcos, y sobre todo honra, más preciosa que los barcos! En las dotaciones figuraban varios de los héroes de Cavite y Santiago, y á ellos volaba el entusiasmo público. Jayápolis se dispuso á festejar espléndidamente á los ilustres visitantes. El programa veraniego del