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A. éAMPIÓN Zu ikustera Nijoanean Chakurrak zaurika Egitean. Zenbait alditan Botatzen nion Jshilltzeagatik Ogiya! ¡ Nere konsolagarriya! 1 185 Guzirako enarboló el puño. Quería descargar un golpede alarma..... La Muerte, allí cerca, rozándole casi,se acurrucaba en la sombra, tomando vuelo para caer sobre él á salto de tigre. Aterrado por el presentimiento descargó el puñetazo que, preten– diendoser formidable, llegó sin vigor á la made– ra..... Un torno de hierro le estrujaba el corazón. No podía moverse ni gritar su espanto. El dolor, intolerable, se irradiaba por la nuca, por el brazo izquierdo. Lúcida la inteligencia, medía la presión creciente del horrible tornillo, notaba la pausa de su propia vida; desentumeciósele el sentimiento re– ligioso,aletargado desde la niñez; se acordó de su alma y la vió pasar ante sus ojos en forma de ma– riposa negra, atraída por un abismo de llamas..... Y cayó de bruces, dando con la cabeza en la puerta un golpe retumbante. -¡Bruto!-gritó desde dentro Tomasha. Restablecióse el silencio, un silencio completo. Tomasha no movía ni un dedo siquiera por ente– rarse de las maniobras de su amo, cuya cándida es– tratagema de fingirse enfermo Je provocaba á risa. -Este rato te abro!-decía entre sí. El silencio absoluto, por su duración, alarmó á 1 A verte-cuando iba-ladrando el perro-cuántas veces- le arrojaba-porque se callasc-pan .- Oh conso– ladora mia!