BCC00R49-5-16-1700000000000000410

• 170 LA BELLAEASO gusto: tiene tan finas! Y él sierra los ojos y hase ron-ron-ron, como un gatito. - En mi tiempo lo mismo-añadía Yaneta, asi– dua tertuliana. - Oh! es costumbre ransia; yo en mis tiempos también le tengo rascao- decía D.ª Constancita,que en la tertulia buscaba alivio á sus penas, á las que consagraba algún párrafo patético.-Entonses era peligroso; tenía las manos. muy vivas: ¡buenos ara– ñasos me ha ellevaro! - Ahora las tiene muy muertas - contestaba To– masha, riéndose bulliciosamente. Y en tono de com– pasión, exclamaba:-iEs tan viejesito! Los tertulianos se reían, y con ellos á una Laju– mera, por no descomponer el cuadro y descubrirse; pero del hígado le brotaba un chorro de fuego abra– sador de sus entrañas. De igual modo que refirió Tomasha numerosas veces los servicios prestados á Irigoyen al acostar– se, una tarde se complació en divulgar noticias iné– ditas referentes al levantarse de la cama. Lajumera, apoyado contra la pared, atendía más que al enojoso relato al ánimo transparente de To– masha. Estaban solos en la cocina. La retahila de pormenores era función á beneficio del oyente úni– co.-" Se goza excitándome, dándome celos,,. Aso– maban á sus labios groseros calificativosque á du– ras penas retenía. El barullo de la taberna sobrepu– jaba al de otras veces porque algunos jornaleros nabarritos cantaban á la guitarra jotas de su Ribera, pero no apagaba la voz fresca de la relatante.– "Gritad muchol,,--:-leshabría ordenado Perico gus– tosamente. - Le peino la barba, tan blanca, tan ancha, tan larga, tan suave y risadita además..... No sé por qué 1os pájaros no le arrancan para llevar los pelitos al nido... J esús, qué bien pondrían los huevos ensima!