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A. CAMPIÓN 165 sacristía!Cuestión de una buena limosna al Dinero de San Pedro: también nosotras la podríamos dar. -Y Rafaelito? - Le he desahuciado. Si fuese el primogénito ..... -Eso, claro! Comportamientos como cJ de la Zubiaur la engolosinan á una con los títulos. Si– quiera se les devuelve la groser ía de igual á igual. Luz se metió en la cama y experimentó un ligero escalofríoal contacto de las sábanas.Julia, frente al espejo,daba fin á su tarea de componerse el cabello. -Las aristócratas de cuño viejo son más llanas ... defiendensu círc;ulo,pero una vez que salen de él no es para vender el favor..... ¡Oh, esa Zubiaur! Tú has tenido la suerte de resolver el problema..... Es ya cuestión de meses! -Sebastián no es título. -Como si lo fuese, chica. Un Elkano! su paren- telaes toda de primer orden. -Tú, sin duda, encontrarás un partido análogo. Hoycomienza una nueva fase para nosotras, verdad? -Acabas de verlo por tus propios ojos. -Es que el cargo de alcalde dejayápolis es muy importante! -Trato con los reyes, con palacio, con los mi– nistros, con los políticos de altura, con los príncipes que van y vienen. -A mí se me figura que durante el veraneo de la Corte, exceptuados el rey y el presidente del Consejo, el primer personaje es el alcalde. -Uno de los primeros, indudablemente. -El primero, muchacha. Como que puede echar- les multa á todos ellos si infringen las ordenanzas municipales! · -Oh , no lo hará papá! -Claro! lo digo por expresar su poderío. Julia, sujeto el cabello en la blanca redecilla, gra– ciosamente contrapuesta á la negrura del pelo, aca-