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A. CA.MPIÓN 151 Esta alusión al defecto físico de lturria fué la re– vancha de Guzirako. Reanudó la explanación de sus proyectos: una tercera ciudad se levantaría en terrenos ganados al mar y á la ría. · -No se olvide usted del doctor Ox,-indicó Iturria. -Bah! ese doctor ya le tiene en casa; por eso anda D. Juan Bautista tan shelebre, tan chincho. El vozarrón del cachalote atrajo sobre sí la curio– sidad. -¿Qué esello? - preguntaron los "perros sabios,,. -Ya recorclarán ustedes aquella muchacha gua- pa, la que nos hiso de bella Easo, la que ha estao metida, según disen, con Luisito Alzaga; ahora se la ha llevao de donsella; de donsella, eh? D. Juan Bautista hasta las reputasiones devuelve ..... aquélla sí que es gas y alsapílili ..... La noticia, completamente inédita, dió al olvido el nombramiento de alcalde, el comité de la fiesta perpetua y la tercera ciudad. Era tan imprevista é interesante, se prestaba á tantas interpretaciones maliciosas, que la tertulia se cebó en ella. Al prin– cipio supusieron los "perros sabios,, que Tomás Elosegi se chanceaba. Convencidos de que el noti– ción era cierto, comenzaron las bromas verdes machaconas. -Mi casa-afirmó gravemente .Guzirako-es de mucho respeto. Verán ustedes cómo después de ser– virme la Tomasha algunos años encuentra un buen partido: mi casa es la ante sala de la vicaría. Mandan ustedes algo? Me voy á cumplimentar al alcalde. Puesto de pie, tendió la mano á Pomés. -Qué es eso, mi general? Pone usted cara pen– sativa! Le desagradan mis proyectos? -Pienso en las generaciones frívolas, ligeras, in– sustanciales que va á producir Easo: una linda ciu– dad habitada por fuegos fatuos!