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146 LA BELLAEASO obreros, y si se puede, hasta el rector de alguna parroquia! Todos somos solidarios del veraneo y de la invernada que estoy inventando. A cada dios le conviene que ruede mucho dinero por las calles de J ayápolis, para echarle la sarpa. Qué pide la case– ra? vender la dosena de güevos á quinse reales; y mi amigo Ramón Artola? doblar los alquileres de sus casas del Ensanche..... -Sabido! - No hay duda! -Es el abesé! Guzirako aguardó á que el fuego graneado de las aprobaciones se apagase. -Lo que digo- prosiguió, sonriéndose,-son matemáticas puras: yo siempre me fundo en las matemáticas!Modo de que corra el dinero: atraer– nos gente gastadora; otros disen productora, psá! no están en lo sierto. Quién es gente gastadora? la gente rica, la que tiene dinero en el bolsillo,aunque sea durante un par de horas; dinero del cupón, de los cortijos de Andalusía, de las huertas de Valen– sía y Saragosa, ó de la ruleta, qué le hase? Modos de atraer esa gente: el jolgorio, la diversión, la fies– ta, la alegría, los espectáculos continuos y variados, hoteles de lujo, restaurants de presio, jardines, pa– seos, chupinasos, bengalas y banderolas, concursos y esportes, bandas, charangas, orquestas, orfeones, hipismo, regateo, tiro del pichón, mascaradas, bai– les, serenatas, giras campestres y fluviales, tranvías acá, ferrocarriles ·allá, cada monte un merendero, cada pradera un foot-ball, y ¡caballos, caballos! en la Plaza de toros. Los "perros sabios,, aplaudían al seductor pro– grama. -Es verdad! así hasen en otras partes. -Las moscas no se casan con vinagre.